Docentes nucleados en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) rechazaron este fin de semana el protocolo presentado por el gobierno de la Ciudad para la vuelta a clases en pandemia aunque descartaron por el momento un paro.

El plenario de delegados de UTE ratificó su plan de lucha de cara al inicio del ciclo lectivo 2021 y convocaron para este miércoles a una jornada de organización y lucha en rechazo al protocolo, al que consideran “ambiguo, impreciso, contradictorio, parcial e insuficiente para garantizar la salud de la comunidad educativa».

Otro de los gremios de docentes de la Ciudad, Ademys, ya anunció un paro de 72 horas para este miércoles, jueves y viernes porque consideran que no están dadas las condiciones edilicias y de cuidados para un retorno seguro. 

Desde UTE decidieron responsabilizar judicialmente al jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta y a los ministros de Salud, Fernán Quirós y de Educación, Soledad Acuña «por sus decisiones gubernamentales y los daños personales y sanitarios que pudieran ocasionar en la comunidad educativa».

«Resolvimos rechazar el protocolo porque está lleno de huecos, porque es insuficiente, inconsistente porque no contempla muchísimas situaciones y responsabilizar al gobierno de la ciudad de cualquier situación que pueda ocurrir dentro de las escuelas a partir del miércoles», dijo hoy la secretaria de Prensa de UTE, Paula Gaglignana, en declaraciones a radio El Destape.

«Frente a un protocolo que es insuficiente que no garantiza el cuidado, el Gobierno de la Ciudad en su protocolo pretende que sean las escuelas las responsables de las situaciones que puedan ocurrir y nosotros creemos que los responsables de eso son Larreta, Quirós y Acuña», aseveró Gaglignana.

En tanto, la dirigente sostuvo que «no hay nada que nos haga pensar que esto es un regreso cuidado», a la vez que denunció «presiones por parte del gobierno de la Ciudad, a quiénes los presionaron con que les van a quitar la vacante si no van a la escuela» y advirtió que se trata de una situación «muy seria».

Durante el plenario gremial que se realizó el fin de semana, los trabajadores de la educación «pusieron en común no sólo las preocupaciones con respecto a los protocolos presentados por el GCBA y su apuro por imponer la presencialidad a cualquier costo sino que también propusieron ideas acordes a la realidad de cada una de las escuelas y las condiciones de los edificios escolares».

De esta manera, los trabajadores ratificaron para el miércoles 17 la realización de una jornada de organización, lucha y difusión junto a la comunidad educativa en cada escuela en defensa de la Salud y la Educación.

Asimismo, anunciaron la presentación de amparos judiciales masivos para trabajadores de más de 60 años, trabajadores de menos de 60 años convivientes con personas en situación de riesgo sanitario.

Por otro lado, los trabajadores nucleados en UTE resolvieron la creación de una mesa de diálogo y mutua colaboración para que cooperadoras, estudiantes, docentes y auxiliares educativos juntamente con especialistas evalúen la situación sanitaria por escuela y elaboren una Verificación Técnica Escolar (VTE).