Empezó en la música a finales de los años ‘70. En 1982 lanzó su primer disco. Es asturiano, de expresión recia,  1,86 metros de puro rock, y un referente de la península ibérica. No sólo por su temas comprometidos desde hace cuatro décadas con el género punk, sino por su honestidad y manera directa de hablar. Su actitud no ha cambiado.  Jorge Martínez ya no tiene pelos en la cabeza, pero nunca los tuvo en su lengua. Habló de drogas, de violencia, de  una sociedad jodida y vive en concordancia a lo que sus canciones reflejaban, con una coherencia difícil de encontrar en la industria. Con su grupo, Ilegales, ha vendido millones de discos y llenado recintos por toda España. Y lo más notable: lo sigue haciendo.

Hoy viene a seducir a los porteños: “Es difícil, porque se creen que lo han visto todo. Pero no es así”, asegura Jorge Martínez. Amigos argentinos lo convencieron, y bueno  aquí esta para mostrar su última  creación.  Un disco que se llama “Rebelión”. “Es un momento inquietante del planeta, si eres manso estás en peligro. Vivimos bajo un neoliberalismo salvaje y la calle tiene que dar respuesta.  Los chalecos amarillos en Francia,  en Italia y España también, eso es lo que se debe hacer porque de otra manera no eres nadie y te aplastan. Las masas tienen que tomar  protagonismo y elegir su destino,  estamos muy cerca de una revolución y será sangrienta”, afirma sin pestañar.

“En un momento en el que prima la inmediatez de los mensajes, hay que adaptarse para ganar contundencia. Construimos un disco breve, pero lo más intenso posible”, dice sobre su trabajo de diez canciones.

Para Jorge Martínez los músicos  son un catalizador del humor social.  Y  entonces la  inspiración es casi una responsabilidad: “Yo digo, si vas a tomar drogas, no tomes tanta, estúpido. O sal y grita las injusticias, no te quedes quieto y a eso le canto.  También tenemos una canción para hablar de la homosexualidad, porque quizá se pone de moda armar guetos y eso nunca fue bueno, menos para colectivos tan perseguidos, así que protestamos ante eso, y ante todo lo que nos nazca de los cojones. Porque para eso estamos para decir las cosas de la forma más artística posible”.



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(Foto: PRENSA)



Martínez dejó la facultad de Derecho y se dedicó ocho horas diarias a tocar guitarra.  Y llego hasta estar doce horas practicando. Desde ese entonces tiene un plan cada día para  estudiar detalles desde el sonido, la acústica, en la parte técnica como escuchando y analizando música de todo tipo. “Soy un apasionado, si no estoy entusiasmado, no hago nada”.

Con respecto a Ilegales, puntualiza: “Con los años nos hemos vuelto impermeable al éxito. Por suerte. Ganamos dinero  y podríamos hacer  canciones que sean del gusto de público, pero preferimos hacer lo que nos nace, queremos alimento sonoro. Lo que hace la vida digna de ser vivida es hacer cosas que te parecen interesantes, y lo que te hace feliz”, dice y aclara que el reconocimiento no es algo importante para él.

La conexión que tiene la música con la literatura a través de las letras de las canciones es una de sus obsesiones. “La música tiene un atractivo muy potente cuando le pones palabras. Hemos perdido muchas cosas por este trabajo. Pero no me quejo. He perdido el tiempo con otras cosas además de  las drogas y el alcohol. Pero nada importa si estás conforme con lo que haces. La pasión es clave. Si una idea viene a la madrugada debés dejar todo y darle vida. Caso contrario, se va y no vuelve nunca más.”

Para Martínez las artes son un espejo de lo que pasa alrededor, y el rock más todavía: “Quiero ver cómo estallan las fronteras del hambre y cómo barcos pesqueros sacan en sus redes cadáveres del mediterráneo es algo que no se te puede escapar. O del poco deseable señor Trump algo tienes que decir, te tienes que hacer eco porque nos afecta a todos. Debes hacerlo. Los textos políticos son inevitables porque es algo humano  y nosotros estamos ahí para  decir las cosas”.

¿Cuándo?

Ilegales presenta su último disco “Rebelión”. Este viernes a las 20 en The Roxy Live, Av. Cnel. Niceto Vega 5542.