Según datos de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FeSProSa), los contagios entre el personal sanitario ya alcanzan los 24.700, de los cuales 85 fallecieron. Representan el 6% del total. En paralelo, la actividad empieza a repuntar como resultado de la decisión de flexibilizar el funcionamiento de un creciente número de sectores productivos y de servicios. Más allá de los rubros que desde el comienzo fueron nominados como esenciales, los contagios se extienden en los lugares de trabajo y, por la movilidad de los involucrados, operan como un vector de contagio hacia el resto de la población.

El fenómeno se verifica incluso en los sectores que establecieron protocolos y que se encuentran formalmente bajo la supervisión de los organismos oficiales, como la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y el Ministerio de Trabajo.

Sin embargo, ambos organismos carecen de datos fehacientes sobre el número de trabajadores registrados que se han contagiado en su lugar de trabajo.

Para dar con esa información, Tiempo recurrió a la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART) que, a partir del DNU 367/20 que dispuso la inclusión del Covid-19 en el listado de enfermedades especiales afectadas al Fondo Fiduciario de Enfermedades Profesionales, lleva un registro preciso de los afiliados que han solicitado esa atención.

La norma, según explicaron a Tiempo fuentes de la conducción de la UART, dispone que, para acceder a la cobertura, el trabajador contagiado tiene que «cumplir con tres requisitos y demostrarlos: tener diagnóstico positivo de Covid-19, contar con la dispensa del empleador para ir a trabajar (autorización legal) y que el desarrollo de su trabajo se condiga con la posibilidad de contagio».

El director comercial de una de las principales aseguradoras detalló a este diario que «al 31 de agosto, el total de casos alcanza los 77.939 que representan el 18,7% sobre el total de 417.735 casos confirmados por el Ministerio de Salud de la Nación». El especialista explicó que, sin embargo, «los fallecidos dentro del sistema de ART llegan a 198, lo que representa un 0,25%. Es un ratio muy inferior a la tasa de mortalidad general que, siendo de 8660 sobre 417.735, llega al 2,5%». La diferencia, claro, se explica por el promedio de edad y la contención sanitaria preexistente en ese universo de trabajadores registrados privados.

Fuentes del sector indicaron que, de un total de 9 millones de trabajadores registrados, ya son 6 millones los que conforman el universo que está en actividad y que, por lo tanto, cuentan con la protección del sistema de ART.

La diferencia surge de aquellos trabajadores que realizan tareas en forma remota y resulta consistente con la reducción en un 25% de la movilidad que registra Google a partir de los GPS de los teléfonos móviles.

Entre ellos se encontraba la docente de la UBA y la UADE Paola de Simone que, el pasado jueves, falleció por Covid-19 frente a sus alumnos mientras dictaba clases en forma virtual. De Simone se habría contagiado de su marido, médico terapista.

Una muestra

A esos 6 millones de trabajadores registrados habría que añadir los casi 2 millones de trabajadores monotributistas y autónomos que se encuentran potencialmente en actividad, así como el alrededor de medio millón de trabajadoras de casas particulares, cuya actividad no está habilitada con excepción de las que realizan tareas de cuidado pero que, según denuncian crecientemente, se ven obligadas a asistir a sus puestos de trabajo bajo amenaza de perder el empleo. Además, existen alrededor de 1,1 millón de trabajadores de casas particulares que lo hacen sin registración alguna.

Si se realizara una proyección incluyendo a estos sectores que en gran número se presumen en actividad, así como sobre los alrededor de 4,8 millones de trabajadores no registrados que contabiliza el Indec y que escapan de la cobertura de ART y de los protocolos y, por lo tanto, están más expuestos al virus, surge que, de un total de aproximadamente 16 millones de trabajadores presumiblemente activos (sobre un total de 20 millones según el Indec) los contagios producidos en los establecimientos o en camino hacia ellos podrían superar holgadamente los 150 mil empleados, lo que equivaldría al 37% del total. «

Sindicatos y ART son los que cuentan

Ni la cartera laboral ni la SRT disponen, por ahora, de información que permita evaluar el alcance de la pandemia en los lugares de trabajo. El Ministerio solo publica un informe con las denuncias que, por mail o telefónicamente, se realizan por incumplimiento de protocolos, y la SRT, apenas las disposiciones oficiales. La ausencia de registros oficiales contrasta con los datos de la UART y con el trabajo metódico que realizan los sindicatos.

Roberto Pianelli, titular de los metrodelegados, confió que «junto con otros sindicatos, le pedimos esa información con una nota formal a la SRT pero nunca nos respondieron. Los contamos nosotros». El dirigente opinó que «los lugares de laburo son el principal lugar de contagio». En el subte, explicó, ya hubo 141 casos positivos y cuatro decesos.

En otras actividades también hay registros. Por caso, en los supermercados y mayoristas se detectaron 2400 casos. El sindicato de vigiladores Sutca registró 700 casos con 9 fallecidos, aunque estiman que la cifra es «extremadamente superior» y denuncian que las empresas se niegan a informar.

La Asociación Bancaria contabilizó más de 1100 casos y cinco fallecidos. La Unión Ferroviaria, 1096 casos y cinco decesos.