El facilitador de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para los diálogos entre el Gobierno y la oposición en Venezuela, el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que es necesario tener paciencia y voluntad para llegar a buen puerto en la resolución de la crisis política de ese país.

«Estamos empezando y hay que tener paciencia, paciencia y voluntad (…) vamos a hacer hoy el trabajo y mucha paciencia, hay que tener espíritu de respeto de convivencia, y el diálogo no sólo es un camino para lograr acuerdos, sino es un fin en si mismo», dijo Zapatero a través de un vídeo que publicó la periodista Madelein García, del canal de noticias Telesur.

Zapatero ofreció estas declaraciones tras reunirse con los representantes de la mesa temática de Paz, que él encabeza y que integran por la oposición el político Luis Aquiles Moreno y el diplomático Roy Chaderton, por el oficialismo.

Por su parte, el nuncio apostólico Aldo Giordano, quien dirige la mesa de verdad, justicia, DDHH y reparación de víctimas, y aseguró que la vía es el diálogo y que espera que surjan respuestas concretas.

«El Papa no ha confirmado que la vía es el diálogo vamos adelante, vamos a explorar este camino, esperamos que podemos encontrar respuestas concretas por el bien del pueblo de Venezuela», señaló el representante de la iglesia católica.

El pasado 30 de octubre el Gobierno y la oposición conformaron cuatro mesas, además de las referidas anteriormente, una económica y social, y otra de confianza y cronograma electoral.

El diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela tiene su segunda sesión en Caracas, en un clima tenso luego de que el presidente Nicolás Maduro afirmara que solo en 2018 los venezolanos decidirán si debe irse o quedarse y que sus adversarios advirtieran que «la tregua se acaba este viernes» si de la reunión no surge «el referendo revocatorio o se adelantan las elecciones».

Las cuatro mesas de trabajo son coordinadas por los ex presidentes español José Luis Rodríguez Zapatero, dominicano Leonel Fernández y panameño Martín Torrijos, y por el obispo Claudio Celli, enviado por el Vaticano.

«La tregua que nosotros, a pedido del Vaticano, acordamos para que se pudiera instalar esta mesa se acabó, eso se acaba este viernes 11 y aquí lo que viene es lucha; para nosotros, la mesa de diálogo es simplemente un escenario más de lucha», dijo hoy el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús «Chúo» Torrealba . «O nos devuelven el referendo revocatorio (del mandato de Maduro) o se adelantan las elecciones, pero esto no aguanta más», subrayó el dirigente en su programa de radio.

«Eso no significa que nosotros tengamos que pararnos o no de la mesa, porque la mesa es un escenario más de lucha; se trata de hacer lo que se tenga que hacer», aclaró Torrealba, y reveló que  mantuvo una conversación con Celli, secretario de Comunicaciones del Vaticano y enviado especial del papa Francisco para el diálogo.

En tanto, el gobernador del estado Miranda y ex candidato presidencial Henrique Capriles, uno de los líderes del mayoritario sector moderado de la MUD, aseguró que la coalición «no se levantará de la mesa hasta que haya resultados concretos». Reiteró que las exigencias de la oposición son «escoger los dos nuevos rectores (directores) del Consejo Nacional Electoral (CNE), libertad plena de los presos políticos, apertura de un canal humanitario para alimentos y medicinas, y, por supuesto, una fecha definitiva para el revocatorio».

«Maduro fue quien propuso adelanto de elecciones presidenciales; que me desmienta; esa fue su propuesta, y la nuestra es la del revocatorio», aseguró Capriles.

Asimismo, estudiantes opositores volvieron a marchar hoy por Caracas y, en señal de protesta, dejaron cajas que simulaban ser urnas electorales en la plaza Venezuela, donde un cordón de efectivos de la Policía Nacional Bolivariana les impidió seguir rumbo a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), a donde se proponían llegar.

El movimiento estudiantil coincide con el ex alcalde preso Leopoldo López y su partido Voluntad Popular (VP), que encabezan la minoritaria ala radical de la MUD.

De hecho, VP es el único de los cuatro partidos mayores de la coalición que no participa del diálogo con el gobierno, aunque anunció que se sumaría si observa resultados positivos.
«Como todo el pueblo de Venezuela, estamos pendientes de lo que sucederá mañana; estamos vigilando al gobierno, a la oposición y al Vaticano; esperamos que lleguen a un acuerdo de unidad, pero que lo concreten», dijo durante la marcha el presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Hasler Iglesias.

Paralelamente, Maduro advirtió que no dejará el gobierno hasta el fin de su período, en enero de 2019, aseguró que su «obsesión» es la «recuperación económica» de Venezuela, asolada desde hace varios años por los mayores niveles mundiales de inflación y desabastecimiento de alimentos, medicamentos y artículos de higiene y limpieza, e incluso no descartó que aspire a ser reelecto.

«Los venezolanos decidirán en 2018 si me quedo o me voy; yo no estoy obsesionado con ser candidato presidencial ni con la reelección; yo lo que estoy obsesionado es por la felicidad del pueblo, la recuperación económica, la vivienda del pueblo, la educación de nuestros niños», señaló el mandatario durante un acto oficial.

Por otra parte, el gobierno reveló que Maduro se comunicó telefónicamente ayer con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, aunque no informó si conversaron acerca de la situación en Venezuela.

Estados Unidos apoyó abiertamente la iniciativa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para que el gobierno y la oposición se sentaran a dialogar, algo que solo fue posible una vez que se involucró el Vaticano, tal como lo había requerido la MUD.