Ahora no te puedes marchar

Por: Leonardo Murolo

Hoy termina la primera temporada de Luis Miguel, la serie. La biopic que retrata la vida del cantante mexicano se transformó en un fenómeno que renovó y multiplicó el interés por el músico. La continuidad del proyecto parece asegurada.

La serie sobre la vida de Luis Miguel es uno de los grandes éxitos de Telemundo y Netflix. La industria del entretenimiento se vuelve hacia sí misma en la biopic de una de las máximas figuras de la cultura popular latina. Se reeditan éxitos y se busca complicidad en la nostalgia de sus fans. Un cantante, sus comienzos, la conflictiva relación con su padre y la sentida búsqueda de su madre convierten por momentos al culebrón en un policial.

La cultura masiva contemporánea narrada en imágenes hace posible que la biografía de un ídolo popular que en otra época se hubiera publicado en 500 páginas de un libro, se cuente hoy en una serie televisiva. Luis Miguel, la serie, dirigida por Humberto Hinojosa y protagonizada por Diego Boneta –como Luis Miguel–, Óscar Jaenada –como su padre, Luis Rey- y Anna Favella –como su madre, Marcela Basteri–, cuenta con 13 capítulos de 50 minutos que finalizan su emisión esta noche. A diferencia de la lógica on demand para disfrutar en maratón, desde el 22 de abril los capítulos se estrenaron semanalmente los domingos a las 22, al mejor estilo grilla televisiva.

También podés leer: Nicolás Furtado: «Me dejaron patear un penal y decidí apuntar al ángulo»

A pesar de tratarse de una serie autorizada por el cantante, como toda biografía cuenta con elementos indeseables que hasta la mirada más indulgente no puede omitir. Cuando se trata de televisión esta información es capitalizada en puntos de giro y tensión dramática. Aunque tenga mucho de culebrón mexicano, una biopic no puede recurrir a la estrategia hiperbólica de roles buenos y malos. Sin embargo, sí apela a la exacerbación de las contradicciones de personajes imperfectos. En este marco, el propio protagonista queda por momentos expuesto en sus excesos y debilidades, como también se subrayan las recurrentes falencias de su padre, Luis Rey, construido como un déspota que veía en su hijo poco más que una mercancía.

De todos modos, la cuota de suspenso la otorga el devenir del misterioso personaje de su madre, Marcela Basteri. Es sabido que en la vida de Luis Miguel la desaparición de su madre supone un tema esquivo ante las preguntas de la prensa. Allí se encuentra entonces uno de los puntos de interés de la serie, cuando veremos al personaje principal oficiando más como investigador que como galán.

Asimismo, quizás sin proponérselo, la apuesta de la serie vuelve a poner en circulación canciones clásicas del intérprete latino. De esta manera «Culpable o no», uno de sus primeros éxitos, trasciende los rankings radiales de los ’80 y se mete de lleno en el siglo XXI como trending topic en YouTube y siendo por estos días lo más escuchado del artista en Spotify. Una canción central en la serie, que Luis Miguel le dedicó a su primer amor, Mariana Yazbek.

También podés leer: Vacaciones de invierno: una guía de amplio espectro para chicas y chicos de todas las edades

Como Andy Warhol con Marilyn Monroe y las sopas Campbell’s, la cultura pop contemporánea protagonizada por Netflix se vuelve autorreferencial. Esta warholización de la cultura implica desplazar la dimensión política y catártica del arte para reproducir de manera endogámica la privacidad del star system, ya no en un banal programa de chismes sino en una producida ficción del prime time.

En este caso se trata de una particular propuesta biográfica que no se construye como homenaje sino que refiere a un artista popular que tiene 48 años y se encuentra en plena vigencia. Una historia contada en dos tiempos: 1987 y 1981, que sagazmente no traza un presente para oscilar en constantes flashbacks y flashforwards con un avance temporal tan lento como detallado. Al punto que para llegar al presente deberemos esperar algunas temporadas. «

Compartir

Entradas recientes

El día que un uniforme cambió una guerra

La matanza en la Primera Guerra Mundial se sostenía en la obstinación de los jefes:…

4 mins hace

Fábrica

2 horas hace

El mundo ha vivido equivocado

Adaptemos la vieja frase de San Martín a los tiempos libertarios: ¡Seamos ignorantes, que lo…

2 horas hace

¿Colapinto deja la carreta? Alpine mejora el auto de 2026

La escudería del argentino, última en el Campeonato de Constructores de 2025, apunta todos los…

3 horas hace

El DT del golpe comando: fue bicampeón en Mendoza y asaltó al diario “Los Andes”

Dirigió al Atlético Argentino que ganó las ligas mendocinas de 1995 y 1996. Tres años…

3 horas hace

La «traición» de Ruggeri y Gareca, de Boca a River, dos pases para entender la Argentina de los 80

"Traición", el libro de Iván Orbuch publicado por Milena Caserola, retrata dos pases de altísimo…

3 horas hace

Las jugueterías en la Navidad de la era Milei: reconvertirse o desaparecer

Las importaciones, la suba de servicios, la baja del consumo y el avance digital ponen…

3 horas hace

Motosierra al futuro: el presupuesto 2026 en educación y ciencia

El proyecto de ley que el gobierno quiere tratar esta semana oficializa la parálisis del…

3 horas hace

Metano: un problema que impacta en el ambiente y la salud, pero sin lugar en la agenda política del país

Es el segundo gas de efecto invernadero más contaminante. En Argentina, más del 60% de…

3 horas hace

Pablo Maurette: “La vida y la literatura están en constante tráfico”

La última novela de Pablo Maurette, “El contrabando ejemplar”, ganadora del Premio Herralde, indaga en…

3 horas hace

La epopeya de «La hora de los hornos» en un libro que retrata el pasado miradando el presente

El periodista Felipe Celesia revela el proceso creativo atravesado por Pino Solanas y Octavio Getino…

3 horas hace

Fabiana Cantilo: «Si fuera Fito me quedaría en mi casa descansando y no tocaría más»

La artista ofrecerá un show especial acompañada de cuerdas, oboes y arreglos sinfónicos para festejar…

3 horas hace