Según el informe del Resultado Fiscal del Sector Público Nacional, en el mes de febrero de este año, se alcanzó el déficit financiero más bajo de los últimos seis años. El informe difundido por el Ministerio de Hacienda da cuenta de un déficit primario (ingresos tributarios vs. gasto) de $18.757 millones. Si a ese valor se le agregan los pagos de deuda pública por $45.559 millones resulta un déficit financiero de poco más de $64 mil millones.
La dinámica muestra un crecimiento de los ingresos totales del Sector Público Nacional del 49,3% interanual, 8,6 puntos por encima de la variación del precios al consumidor. En el desglose surge que los ingresos tributarios registraron una suba de 55,8% empujados, en particular, por la suba de los derechos de exportación (retenciones) que, siendo de $40.923 millones escalaron un 196%. Si se prescindiera de este ingreso, la recaudación hubiera registrado una suba en términos reales del 14,4%.
Desde el Palacio de Hacienda aseguraron que “la dinámica fiscal de febrero ha mostrado un sendero compatible con los objetivos buscados por el Gobierno Nacional”. Además aseguran que “la expansión del gasto primario con una mayor incidencia de los gastos de capital se consolida como un factor que permitirá potenciar la recuperación de la actividad económica. En simultáneo, la mejora significativa en los ingresos está permitiendo fortalecer progresivamente la sostenibilidad de las finanzas públicas”.
Los impuestos vinculados con la actividad económica escalaron un 96,3% para el caso de ganancias (una vez que se apruebe la ley deberá producirse un reintegro equivalente a unos $3.500 millones mensuales) y de Bienes Personales que escaló un 300% a partir de lo dispuesto por la Ley de Solidaridad.
Por el lado de las erogaciones, el informe señala que “el gasto corriente registró una suba de 37% interanual explicada por menores pagos de intereses (-19,8% interanual real) como resultado de la reestructuración de deuda llevada adelante en 2020”.
El informe destaca, además, que “el rubro del gasto que más crece es la inversión de capital (149,8% interanual) impulsando la expansión del gasto primario (43,4%). Por su parte las transferencias corrientes se incrementaron un 58,8%. Para Hacienda “se destacan las erogaciones del Ministerio de Desarrollo Social en concepto de Políticas Alimentarias $6.561 millones, impulsado por el incremento del 50% del valor de la asignación de Tarjeta Alimentar; adicionalmente, el programa Potenciar Trabajo registró un incremento de $5.192 millones”.
Por su parte, destacaron el programa Acciones de Empleo, cuyo principal componente es el programa de Recuperación Productiva (REPRO II) que “registró una suba de $4.442 millones. Mediante este último, se pagó una asistencia de entre $9.000 y $18.000 por trabajador a más de 320.000 asalariados registrados del sector privado”.
En materia de subsidios energéticos, destaca una mayor asistencia a CAMMESA equivalente a una suba del 62,5% interanual así como erogaciones en el marco del programa Plan Gas con una suba de $6.897 millones y el las compensaciones tarifaras para el transporte que escalaron un 76,7%.
Los ítems cuyas subas resultaron inferiores a la inflación fueron las erogaciones por prestaciones de la seguridad social que ascendieron a $228.288 millones que implican una suba nominal del 29,6%, más de diez puntos por debajo de la suba de precios. Lo mismo ocurrió con las transferencias a universidades subieron que se incrementaron un 30,7% que implican una erogación de diez puntos menos que la inflación. Por último, y bien lejos de la suba de precios se ubican “las remuneraciones correspondientes al Sector Público arrojan una variación positiva de $11.927 millones de apenas un 22,4% aunque, aclaran, “en febrero 2020 se otorgaron aumentos salariales del orden del 5% sumado a un bono de $3.000 que eleva la base de comparación”.
