Un exmilitar cercano a Victoria Villarruel será el nuevo director del Museo Malvinas

El militar retirado Esteban Vilgré La Madrid fue nombrado por el gobierno nacional como nuevo director del Museo de Malvinas e Islas del Atlántico Sur, que funciona desde 2014 en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex ESMA). 

La Madrid es un coronel del Ejército retirado que participó de la guerra de Malvinas recién egresado del Colegio MIlitar. Fue funcionario del Ministerio de Defensa durante el gobierno de Mauricio Macri y es cercano a la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien comparte la ferviente militancia antiderechos. 

Su nombramiento significa el desembarco del entorno de Villarruel en la ex ESMA. No lo hizo finalmente con sus propuestas de desarmar el sitio de memoria sino a través de la agenda sobre Malvinas. Significa también el regreso de un militar al predio donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención de la última dictadura. 

Hace pocos días atrás, La Madrid fue anunciado como segundo de Nicolás Kasanzew en la Dirección Gesta de Malvinas, creada por la vicepresidenta en el Senado. El ex corresponsal de ATC durante la guerra lo presentó como un héroe en sus redes sociales, en las que también anunció que era “inminente” la decisión de “limpiar” el Museo de Malvinas y la realización de un desfile militar para el 2 de abril. 

El ex militar, al igual que Kasanzew y Villarruel, tienen una mirada sobre el conflicto bélico desatado por  la última dictadura que es diametralmente opuesta a la que lleva adelante el Museo, instalado en la ex ESMA justamente por su vinculación con la dictadura y los delitos que se cometieron en las Islas contra los soldados, quienes todavía reclaman ante la justicia que sean investigados como crímenes de lesa humanidad.

En las redes de Kasanzew, por ejemplo, son constantes los ataques al actual director del Museo, el excombatiente Edgardo Esteban, a quien menciona como “cobarde”. Esteban fue uno de los promotores de las denuncias de torturas contra soldados a través de su libro “Iluminados por el fuego”, convertido luego en película. 

La Madrid suele reivindicar la “gesta” de Malvinas y el heróico rol de los combatientes pero sostiene que hay que separar la guerra de la actuación de la dictadura y el terrorismo de Estado y que la vinculación es parte de una campaña de inteligencia pergeñada desde Londres. 

También cuenta sin tapujos su participación en la represión al intento de copamiento del Regimiento de La Tablada, en 1989. En sus redes tiene una foto caminando entre cadáveres y suele relatar su rol en la defensa de la guarnición militar. “»Malvinas no me dejó tanto ruido en la cabeza como La Tablada, que durante un par de semanas me produjo pesadillas nocturnas y el temor de que se me aparezca un guerrillero en la calle y me mate por haber combatido contra ellos», dijo en una entrevista a La Prensa.  

El perfil del nuevo director del museo se termina de dibujar con su militancia “por las dos vidas”. “Porque sabemos lo que es la muerte estamos acá para pedir a los legisladores que cuiden la vida. No queremos más muertes. Jamás escuché a una madre de Malvinas decir por qué no habré abortado y me ahorraba 38 años de sufrimiento”, dijo con un pañuelo celeste en su brazo durante un discurso en una movilización al Congreso en diciembre de 2020.