El Gobierno busca contener el escándalo por corrupción en ANDIS y continúa en campaña pese al cuestionamiento

“Hay que pasar el invierno.” Invocando la mítica frase que un ministro de economía de facto debió empeñar para calmar la catástrofe, desde el martes pasado el gobierno hace malabares para evitar que las denuncias por supuestos pedidos de coimas ejecutados por Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem a través de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), conducida hasta entonces por Diego Spagnuolo, impacten de lleno en un oficialismo tambaleante.

Como contó este medio en su edición dominical, la determinante aceleración de la justicia en la investigación del caso tomó por sorpresa al oficialismo. Los allanamientos en la ANDIS y en los domicilios de Eduardo, Emanuel y Jonathan Kovalivker, titulares de la droguería Suizo Argentina, mostraron una definida voluntad del juez Sebastián Casanello por esclarecer el hecho, un movimiento que obligó al gobierno a montar una nueva mesa de profesionales para intentar salir los más airoso del caso.

Por esto, el viernes por la tarde Santiago Caputo recibió en su despacho a su amigo y viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, quien se acopló a la secretaria legal y técnica, María Ibarzabal Murphy y al abogado Francisco Oneto. En total hermetismo, los letrados se dispusieron a diagramar una estrategia legal para afrontar el, hasta ahora, mayor escándalo que azota al gobierno libertario. 

Las complicaciones en la comunicación con Spagnuolo, imposibles luego de que sea eyectado del oficialismo, obligaron al cuarteto a pensar en los más variados escenarios. Se intentó, incluso, negociar con el letrado del ahora ex funcionario para acordar una estrategia coordinada e intentar evitar mayores desbordes. Por el momento, no hubo mayores avances, lo que obligó a poner en marcha el plan B.

Estrategia de emergencia en el Gobierno

Este lunes, bien temprano, la mesa estratégica del gobierno se reunió en el Salón Norte de la Casa Rosada. Todavía surfeando un tsunami del que falta para conocer su magnitud, los cerebros de la gestión libertaria se encontraron con la excusa de la campaña bonaerense, aunque el foco estuvo puesto en el modelo discursivo que se adoptará de aquí en más para afrontar el escándalo más potente desde la llegada de Milei al Ejecutivo.

Sin Karina, quien permaneció en su despacho, Santiago Caputo encabezó la cumbre de la que también participaron Sebastián Pareja y su equipo. El gurú libertario, como en cada encuentro, llegó escoltado por su guardia pretoriana de leales, encabezada por los representantes de la consultora Move, Tomás Vidal y Vicente Fernández Moujan; y su mano derecha, Macarena Alifraco. También, se pudo ver salir al cineasta oficial, Santiago Oría, quien estará a cargo de documentar el acto que Javier Milei encabezará, como si aquí no pasara nada, esta tarde en Junín.

Por la tarde, el líder libertario llegará al territorio conducido por Pablo Petrecca, uno de los intendentes díscolos que no se plegó al acuerdo que Mauricio Macri bendijo para que el PRO se fusione con La Libertad Avanza. Desde el Teatro San Carlos, que cuenta con una capacidad para albergar a cerca de 2000 personas, el presidente entonará un discurso de arenga para nada distinto a los ya utilizados y buscará seguir polarizando con el peronismo, abrazado a la dialéctica “kirchnerismo nunca más”. ¿Algún funcionario se atreverá a decirle al presidente la complicación de la maniobra separatista cuando su hermana y sus laderos están acusados por cobros de diezmos? No parece ser el caso.

Con la decisión de no detener la campaña para las elecciones del próximo 7 de septiembre bajo ninguna circunstancia, la mesa acordó algunos lineamientos a los que los protagonistas deberán acoplarse para evitar errores no forzados. En concreto, se les pidió a los candidatos y diputados que participen del evento que eviten hablar del tema y, en caso de ser consultados, no se muevan de la línea de defender a los Milei. 

Pese a la magnitud del caso, y mientras aún se confeccionan las nuevas encuestas que los ideólogos de la campaña mandaron a medir en la Provincia, en el oficialismo están confiados en que este escándalo no impactará en los comicios legislativos de las próximas semanas. “No todo tiene un impacto lineal”, se atajó a decir un conocedor de la estrategia electoral, confiado en que los votantes ponderen el cuestionado número inflacionario por sobre las más de dos denuncias por corrupción que tienen a la hermanísima como principal implicada.

En este sentido, y entendiendo la delicadeza del caso, el asesor presidencial bajó la línea de que cada fusible del oficialismo debe estar a disposición de cuidar la figura del líder libertario y su hermana, a como dé lugar. Un blindaje clásico para quienes, por acción u omisión, no es recomendable que den explicaciones. Con esto en mente, Caputo pidió a Lule Menem que reabra su cuenta de Twitter creada en 2012 e inactiva desde hace tiempo para dar su visión de los hechos.

Con un comunicado de menuda profundidad, el subsecretario de Gestión Institucional no sólo se desligó de las acusaciones que el propio Spagnuolo hizo sin saber que estaba siendo grabado, sino que además advirtió que ni Karina ni el presidente están al tanto de contratos y pedidos de coimas en la ANDIS. “Conozco el trabajo que lleva adelante este gobierno contra la corrupción y no dudo de la integridad de ninguno de los funcionarios mencionados”, afirmó el riojano.

En la misma línea que vienen manteniendo no sólo diferentes funcionarios sino también los voceros extraoficiales que se inmolan por el oficialismo, el mayor de los Menem atribuyó esta filtración a una maniobra ejecutada por la oposición. “No es casualidad que este tipo de maniobras aparezcan justo dos semanas antes de las elecciones de la provincia de Buenos Aires, último reducto del kirchnerismo. Ya estamos acostumbrados a estas prácticas que solo buscan dañar la imagen del gobierno para obtener un rédito meramente electoral”, lanzó el alfil de Karina, obviando por completo la denuncia que investigan el juez Casanello y el fiscal Franco Picardi.

Minutos después del tuit, publicado pasada la medianoche y desde una cuenta casi sin seguidores, el titular de la Cámara de Diputados confirmó las dos entrevistas pactadas para este lunes. La primera, se llevó adelante esta mañana con el periodista Antonio Laje. Notablemente nervioso y mal dormido, el hijo del ex senador dijo en ocho ocasiones distintas en los cuarenta minutos que duró el intercambio que pone “las manos en el fuego por Karina Milei y Lule Menem y por todos los funcionarios».

Por la noche, en tanto, Martín Menem visitará a Luis Majul en su programa. En territorio amigo, se espera que el vicepresidente de La Libertad Avanza vuelva a reforzar la inocencia del karinismo y se aventure a despotricar contra el peronismo para utilizar en favor de la campaña los minutos originalmente destinados para explicar el escándalo.

En tanto, el miércoles será el anfitrión de la visita mensual de Guillermo Francos al Congreso. El jefe de gabinete llegará a la Cámara baja para dar a conocer su informe de gestión y será sometido a las más de 1400 preguntas que los bloques prepararon para arrojarle, mientras la justicia hace malabares para abrir el teléfono de Diego Spagnuolo, el candidato ideal para convertirse en un compungido arrepentido.