La batalla cultural en chancletas

Por: Mónica López Ocón

Hoy, por lo menos en Argentina, la batalla por el sentido ha dado un giro copernicano. Parece que es más productivo imponer el sinsentido.

Quizá porque las canciones patrióticas cantadas en los actos escolares de la infancia dejan una huella indeleble, la palabra batalla hace pensar en que tras los muros sordos ruidos oír se dejan de corceles y de acero. Por su parte, la expresión batalla cultural remite a los nombres de intelectuales como Gramsci y Bajtin y a conceptos como lucha por el sentido y hegemonía. Y sí, la batalla cultural puede definirse como las perpetuas escaramuzas en busca de imponer la agenda propia del sentido común.

Sin embargo, aunque la expresión batalla cultural sea bélica, ningún enemigo avanza a paso redoblado, al viento desplegado su rojo pabellón. Tampoco del otro lado están las huestes que prepara San Martín para luchar en San Lorenzo. En el campo cultural no se enfrentan dos fuerzas homogéneas con el mismo poder de fuego e ideas contrarias. La lucha es más compleja y a la vez, más sutil y, paradójicamente,  más ramplona.  

Así como Foucault acuñó la noción de “microfísica de poder” para  oponerla a la idea de un poder compacto, concentrado en un solo lugar y para pensarlo más bien como una fuerza líquida que se expande por capilaridad, debería acuñarse también el concepto de “microfísica de la batalla cultural”. Porque ¿dónde se expande y deposita sus larvas esa batalla? Seguramente en todas partes, pero se expresa, se palpa y se reproduce de manera exponencial en la chancleta agujereada que el señor de la esquina se calza al levantarse, en la sobremesa del domingo, en el deseo de ser rubio, en el gusto por asistir a una reunión de consorcio en calidad de propietario para denostar al inquilino del 5ª B… La enumeración de lugares impensados podría continuar casi hasta el infinito porque la batalla cultural es invisible y se libra sin ser percibida en los lugares más inesperados.

En la novela de Osvaldo Soriano No habrá más pena ni olvido, uno de los personajes dice: “Si yo nunca me metí en política, siempre fui peronista”. En el otro extremo del espectro político Mirtha Legrand  en uno de sus famosos almuerzos le dijo a Cecilia Rossetto cuyo marido permanece desaparecido: “Estás muy politizada, demasiado, demasiado”, como si existiera la posibilidad de establecer científicamente cuál es el tope de carga política que puede aceptarse en un ser humano “normal”.

En ambos casos la batalla cultural ha realizado su operativo emblemático en el afán de llevarse el botín de guerra del sentido común: hacer que la ideología propia se perciba como algo natural, casi biológico y no como una construcción.

Es esa misma operación la que se repite cuando se habla de “periodismo militante”, o se dice “planeros” o “negro de mierda”. La misma que una mañana en que los titulares de los diarios anunciaban el triunfo en las elecciones presidenciales de Evo Morales hizo que un taxista, violando la regla elemental de la conducción de un auto girara la cabeza hacia el asiento trasero para preguntarle al pasajero: “¿Pero usted cree que un indio puede conducir un país?”.

Nietzsche dijo alguna vez: “Si Dios ha muerto, todo está permitido”. Alguien descubrió mucho más tarde que si el sentido está muerto, sucede lo mismo: todo está permitido. Hoy, por lo menos en Argentina, la batalla por el sentido ha dado un giro copernicano. Parece que es más productivo imponer el sinsentido. ¿Cómo se combate desde la razón contra el pensamiento disparatado? Ojalá se encuentre pronto la respuesta a esta pregunta, a ver, es decir, o sea, digamos…  «

Ver comentarios

  • No parece ser ajeno a lo que el presidente y los suyos llama batalla cultural, tomar en cuenta a quién

Compartir

La Justicia confirmó el procesamiento de una ex funcionaria macrista por dejar vencer vacunas

Se trató de 600 mil dosis de la triple bacteriana, que forma parte del calendario…

26 mins hace

Crescenti confirmó el traslado de 30 heridos en el choque de trenes, dos de ellos con traumatismo de cráneo

“Tenemos entre 50 y 70 víctimas rojas que estamos evacuando por tierra y aire”, alertó…

1 hora hace

«Arde la Peña», un festival solidario en apoyo a los trabajadores despedidos en la Secretaría de Cultura

El encuentro "Arde la Peña" se realizará en el Centro Cultural Pepa Noia, Av. Brasil…

2 horas hace

Vacuna contra el dengue: tras haber sembrado dudas, el Gobierno anunció su incorporación progresiva

La estrategia focalizada de vacunación tendrá como población objetivo las personas de 15 a 39…

2 horas hace

Descarrilamiento y choque de trenes en Palermo: al menos 90 heridos

Ocurrió en horas de este viernes por la mañana. Varios heridos con politraumatismos ya fueron…

3 horas hace

Las fotos de la semana

Una selección de las imágenes más destacadas de los últimos siete días.

3 horas hace

Ventas: la caída también se siente en la Feria del Libro

La 48º edición del acontecimiento cultural más importante del año que cierra el lunes 13…

4 horas hace

El origen de la tristeza

Una declaración de principios en defensa de los derechos LGBTTTIQ+ como respuesta a la ignorancia…

5 horas hace

Gabriela en la personal versión de Cintia Arévalo

La cantante y compositora acaba de publicar nueve canciones de la mítica cantante de rock…

6 horas hace

El paro y la política: qué dijeron los principales dirigentes libertarios, del PRO y el peronismo

Martín Menem, Axel Kicillof, Cristian Ritondo y más referentes del arco político tomaron posición en…

20 horas hace

CGT: “El gobierno tiene que tomar nota de la contundencia del paro”

Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña ofrecieron una conferencia de prensa en la que…

21 horas hace

Guardias mínimas y pasillos vacíos: fuerte adhesión al paro en los hospitales

“Los 1600 hospitales y 6 mil unidades sanitarias del país amanecieron hoy con los pasillos…

21 horas hace