El gobierno tomó prestado en el exterior a diez años y con un 7% de interés.

La operación se cerró el jueves, un día antes de que Donald Trump asumiera como presidente de Estados Unidos y confirmara una política proteccionista que augura mayor inflación interna y subas en la tasa de interés que se trasladarían al mercado internacional. Por eso varios países y corporaciones apuraron la emisión de deuda. Y en la comparación Argentina no resultó favorecida, ya que otras naciones consiguieron mejores condiciones de financiamiento.
Colombia, por caso, recaudó U$S 1000 millones con un bono a diez años que pagará una tasa del 4,04%, tres puntos menos que la que consiguió Argentina para el mismo período. Además, logró la reapertura de un bono a largo plazo, con vencimiento en 2045, tramo por el que logró otros U$S 1500 millones al 5,14 por ciento. «Los inversionistas tenían apetito por 8500 millones de dólares», reza el comunicado que firmó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Por su parte, República Dominicana colocó bonos a diez años por U$S 1200 millones a una tasa del 5,95%, más de un punto más barata que la que pagará Argentina por el mismo plazo. Según Donald Guerrero Ortiz, ministro de Hacienda de ese país, «los inversionistas valoraron el excelente desempeño económico en los últimos 12 meses, siendo la economía de América Latina de mayor crecimiento económico, con una de las tasas de inflación más bajas y con disciplina fiscal».
Las diferencias no sorprenden si se analiza el cuadro de calificación de deuda que realiza Standard & Poor’s, empresa especializada en análisis de acciones y bonos. En ese ranking Argentina tiene la calificación B-, lo que significa que la inversión en su deuda de largo plazo es «altamente especulativa», bastante por debajo de Colombia (BBB o grado medio inferior) y Dominicana (BB- o grado de no inversión especulativo). En el listado de Moody’s la deuda argentina también es «altamente especulativa», con la calificación B3. Esos informes, que el mundo financiero estudia al dedillo, explican la sobretasa que debió aceptar el gobierno.
Los U$S 7000 millones que logró Caputo se suman a los U$S 6000 millones que la semana pasada aportó un pool de bancos locales con una tasa del 3,8% anual, a devolver en 18 meses. Se estima que para solventar el déficit fiscal y los vencimientos de deuda, el gobierno necesitará este año que le presten al menos 40 mil millones de dólares. «
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