Tras la muerte de una joven, exigen más inspecciones en las obras en construcción en CABA

La mayoría catalogó el hecho como una tragedia. Los medios locales y nacionales acompañaron esta calificación en cada una de sus notas y artículos periodísticos. Pero desde diferentes sectores aseguran que la muerte de Lourdes Antonini, la joven de 20 años que murió aplastada por un andamio en el barrio porteño de Villa Devoto, es responsabilidad de la falta de controles en las diferentes obras existentes en todo el territorio porteño.

En marzo del año pasado, un informe publicado por Tiempo advertía que en la Ciudad había más de 5400 edificios en riesgo pero, varias semanas después, la cantidad de edificios con peligro de derrumbe ascendió a más de 5.500.

En un fuerte comunicado, varias organizaciones, agrupaciones vecinales, Consejos Consultivos, vecinas y vecinos exigieron controles fehacientes y las debidas inspecciones en las obras en construcción y apuntaron contra el jefe de Gobierno porteño y la Agencia Gubernamental de Control, el organismo que tiene a su cargo esa responsabilidad.

“La muerte de la joven Lourdes no fue un accidente porque se podría haber evitado. El desastre urbanístico y ambiental que provoca el Código Urbanístico en nuestros barrios es irreversible”, sostuvieron en un comunicado publicado en las últimas horas.

“Nos solidarizamos con la familia que sufrió las consecuencias de este desastre totalmente evitable. Jorge Macri, como jefe de Gobierno electo en la ciudad, es responsable”, agrega.

El hecho se produjo el jueves por la tarde en la calle Chivilcoy al 3600, cuando una estructura de la obra se desprendió y cayó sobre la vereda. Esto produjo un impacto fatal en la cabeza de la víctima, que caminaba por la zona.

Desde la Dirección General de Logística de la Ciudad simplemente se dedicó a informar que la viga de madera cayó desde lo alto y provocó la muerte instantánea de la joven.

Sandra Barbonetti, vecina de Villa del Parque e integrante de la Agrupación Barrial Conciencia Urbana Comuna 11, señala que desde este espacio trabajan arduamente frente a la hiperconstructividad que hay en los barrios.

“Junto a otras agrupaciones vecinales, nosotros veníamos advirtiendo este tipo de hechos. Venimos anunciando que pueden suceder estos hechos, ya se han contabilizado otras muertes en Caballito hace un par de años en la calle Pedro Goyena al 500; pero sucede a lo largo de toda la ciudad. Por ejemplo en Villa del Parque hace un par de meses tuvieron que evacuar dos manzanas por la rotura de un caño de gas maestro a manos de una empresa constructora”, recuerda Brabonetti en diálogo con Tiempo.

“Hace un par de semanas se derrumbó un obrador de la misma empresa constructora. Entonces no podemos seguir viviendo así, algo tiene que cambiar, los funcionarios tienen que tomar las medidas adecuadas para evitar este tipo hechos. Tiene que haber más controles porque no puede ser que no podamos circular por la ciudad sin tener el riesgo a una explosión, a un derrumbe, a una caída de un muro o a que se rompan nuestras casas o que se caiga la pared de nuestra casa porque al lado están haciendo una gran construcción”, termina.

En una carta entregada al Ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartua, solicitaron interceder con los organismos correspondientes, en particular la Agencia Gubernamental de Control.

“La ciudad de Buenos Aires es una bomba de tiempo y quienes la habitamos lo venimos advirtiendo con desesperación pero sobre todo con propuestas concretas. Desde el gobierno defienden los intereses de desarrolladores sin escuchar a los vecinos. Ignoraron nuestro proyecto de ley. Nos dan la espalda. No nos alcanza con pedidos de informes”, señalan en el comunicado.