La propuesta es no sólo original sino además combina calidad con celeridad, donde todos serán las “hojas” de un mismo ejemplar. 

Las editoras son amigas. Cada una ocupa sus días de modo distintivo: Gabriela Cosin es diseñadora gráfica. Miriam Berkowsky es productora radial y audiovisual; Javiera Gutiérrez es periodista y correctora y -la anfitriona- Inda Lavalle es actriz. Juntas llevan más de un año editando ejemplares especiales para cada estación (el primero fue en junio de 2015), vinculando un grupo de personas que vuelve a asistir al evento para escuchar letras, música y cruzar mundos, cambiando roles y lugares de actuación. Además hay un menú específico para cada ocasión.

En el espacio de un living de Belgrano, con una sencilla y cálida puesta, esperan sillones y almohadones en el suelo. Nos sentamos. Pasa una de las editoras con una bandeja de libros seleccionados especialmente para la ocasión. Cada lector-espectador elige uno y lo hojea. La primera sensibilización está dada y más tarde habrá una lectura compartida, además de las pautadas en el programa. Se da la apertura de la noche (esta vez como excepción será al mediodía), la presentación general y arranca la lectura. Mientras esto sucede, la ilustración de la tapa del ejemplar también es en vivo, en el rincón de luz. Una vez que se cierra el dibujo se entrega a la editora responsable de la compaginación y más tarde la magia sobrevolará el salón. La dinámica se repite, aunque los contenidos se renuevan en cada trimestre dando a cada noche una esencia propia.

Los invitados escritores comparten poesía, narrativa, teatro, ensayo y además sus historias y las historias de sus creaciones. Después de una pausa, algunos lectores exhiben los libros elegidos a viva voz y, luego de la segunda parte, cierra la noche el número de música al estilo Sofar, sin acústica y con la calidez propia del vivo muy próximo. 

Gabriela Cosin cuenta cómo empezó todo: “Una noche nos juntamos a cenar en mi casa Javiera (Gutiérrez), Miriam (Berkowsky) y yo. Las tres habíamos sido compañeras de terapia en un grupo para adolescentes hace como treinta años. (…) Las tres compartíamos un mismo indefinido anhelo relacionado con el mundo de la ‘palabra impresa’. No por la literatura, ni siquiera por los libros o la ‘palabra’ o las ‘letras’ (cosas que, claro, nos encantan también) sino por la edición, acto que pone a circular la literatura, los libros, las palabras”. Y agrega, “al día siguiente se me ocurrió el título ‘Ediciones instantáneas’. Lo vi así, escrito, editado. Pensé en un encuentro al que invitar a nuestros amigos escritores, poetas, ensayistas a leer sus textos. Pensé que si después de las lecturas había música en vivo, en ese tiempo, podíamos imprimir un librito con los textos leídos. Y si imprimíamos un librito, tenía que tener una tapa ilustrada. Y si todo era instantáneo, la ilustración también. Y fotos, que son tan instantáneas.” (A cargo de Luis Brizuela).

Inda Lavalle se suma después cuando Gabriela le cuenta la idea y ofrece su casa para “la primera reunión”. Después de eso, la invitan a unirse al equipo y afirman que su aporte excede la función de anfitriona porque al ser actriz su mirada del espacio responde a la formulación de la escena. Respecto del hogar, en el cuarto de su hija Manuela es la imprenta y el de su hijo Joaquín es el depósito. El living sufre unas pequeñas modificaciones y advierte que no deja de ser su casa: “El primer día se rompió un caño del baño y salimos a escena igual. Tenemos un esquema que seguimos, pero también nos dejamos sorprender: tratamos de no repetir el menú, compartimos un momento de lectura con todos los participantes y buscamos, en cada ocasión, que los textos que repartimos tengan una unidad”

Sobre el público lector-espectador de las Ediciones Instantáneas se conformaron “adeptos” y “seguidores”, hasta diría “fans”, agrega Inda. “Les guardamos su lugarcito, tratamos de convocar gente nueva y todo el mundo queda chocho y con un libro nuevo bajo el brazo. Es hermoso ver que gente que no se conocía comparte este instante de palabras, música, libro y comidita. Se arma grupo, se arma tribu.”

Por su parte, Javiera Gutiérrez habla del cómo funciona, quiénes las acompañan y sobre los contenidos. La organicidad es parte del sistema: “Todas hacemos casi todo: desde pensar cómo va a ser cada encuentro, elegir los artistas, preparar la casa, ser presentadoras y hasta cocinar. La única que hace algo que sólo ella puede hacer es Gaby (Cosin), que diseña, imprime y arma el libro instantáneo.” 

Pero no están solas y “contamos con colaboradores: amorosos hijos, compañeros y amigos que ponen tiempo y esfuerzo para que el encuentro sea posible. Nos juntamos para compartir y relacionarnos, rompiendo la distancia entre artista y público, nosotras armamos un programa, pero al encuentro lo hacemos entre todos. 

Respecto de los contenidos, Javiera señala que intentan “alternar ficción y no ficción, poesía, teatro. Hasta ahora viene saliendo bien, participó gente con producción de muchísima calidad, pero al mismo tiempo muy accesible y generosa: las editoras de Ediciones Instantáneas sentimos mucho orgullo de material que aparece en nuestras publicaciones.”

Al final de todo la bandeja renueva los libros. Esta vez son los nuevos ejemplares, editados, compaginados e impresos con la tapa recién ilustrada y las lecturas brindadas hace un momento. El libro contiene además imágenes del espacio y de los artistas que se financia con la contribución de cada participante. 

Esta edición primaveral será el domingo a las 13 en la zona de Belgrano y contará con la participación de Marcos Bertorello (narrativa), Miriam Berkowsky (poesía), Carlos Rossi (ensayo musical); tocan y cantan Buscados Abrunitez. Ilustra en calado Juliana Corbelli. 

Para más información de las Ediciones Instantáneas se puede consultar su página: https://edicionesinstantaneas.wordpress.com/, y también por Facebook.

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