Según declaró a Télam el productor Daniel Grinbank la muestra “inmersiva” que se acaba de inaugurar en el Pabellón Frers de la Rural tenía una fecha de cierre prevista para el 17 de abril, pero se prolongará hasta el 1 de mayo porque ya lleva vendidas 120.000 entradas. Como  la entradas se agotaron,  se acaban de agregar funciones de noche, todos los viernes y sábados, (hasta las 23.30) a partir de este fin de semana y desde hoy, 16 de febrero, se sumarán -ante el pedido de muchos colegios- excursiones escolares, en los horarios matutinos. Más allá de los méritos intrínsecos de la muestra, Grinbank asegura que intuyó que luego de la pandemia, lo virtual irrumpió de manera inusitada e irreversible, lo que le hizo prever el éxito que tendría Imagine Van-Gogh.  

La exhibición invita al espectador a sumergirse en 200 obras del pintor  a través de una tecnología de avanzada llamada “imagen total” que fue creada en 1977 por el fotógrafo y cineasta francés Albert Plécy y que luego fue desarrollada por su nieta Annabelle Mauger, una de las creadoras de la exposición-espectáculo que desembarcó en Argentina.

Las imágenes de Van Gogh salen de la quietud para girar, deslizarse, aumentar de tamaño en una coreografía que responde a grandes exponentes de la música clásica.  Se genera así un espacio artificial que según afirman los organizadores, produce un estado de modificación de la conciencia  “al verse rodeado (el espectador) de un entorno audiovisual se produce una percepción de presencia en un mundo no físico.”  Y “al seleccionar, las zonas, los ángulos y los tamaños de las imágenes proyectadas –afirman- así como los recorridos del espectador `integrado e inmerso` en la Imagen Total, Plécy transformó la imagen de un espectador pasivo, sentado mirando las imágenes en una pantalla, en la de un espectador activo inmerso en un mundo de imágenes en el que es absolutamente libre de explorar y evolucionar a su manera.”

La muestra viaja  por el mundo desde el año 2008 y se adapta a cada ciudad a la llega. Aquí ocupa una única sala del predio ferial donde se despliegan las monumentales velas, un tipo tipo de pantallas -o telones- de ocho metros de altura provenientes de Canadá, donde se reflectan las más de 200 obras que provienen de 46 proyectores traídos  de Francia.

«Cada muestra –dice el productor francés  a Télam- es diferente en cada ciudad. Pero en esencia, no agregamos nada extra a las obras, ni luces, ni efectos, ni videoclips. Son las pinturas, solas, sin el marco. Queremos que las creaciones de Van Gogh vivan aquí sin nada extra. Y eso es lo que genera más emoción. Es una buena manera de entender la emocionalidad en Van Gogh». Imagine Van Gogh y permanecerá hasta el 1 de mayo en La Rural, Pabellón Frers, sobre avenida Santa Fe 4363. Las entradas se venden en bloques de media hora con aforo limitado, aunque la permanencia en la exhibición no tiene un tiempo preestablecido.