El archivo de Crónica, uno de los diarios más emblemáticos de la cultura popular argentina que fue fundado por  Héctor Ricardo García llega al Museo del Libro y de la Lengua  con Amorales. Un archivo de la prensa popular. A través de documentos heterogéneos como fotos de prensa, sobres, artículos periodísticos, titulares, cartas, boletines del Frente de Liberación Homosexual y comunicados de la Policía Bonaerense, la exposición hace foco en los distintos modos de nombrar las identidades sexodisidentes y la manera en que fueron cambiando a lo largo del tiempo.

En el año 2014, es decir, cinco décadas después de la fundación de “Crónica” en 1964, llegaron a la Biblioteca Nacional más de 3 kilómetros de archivo para su conservación y digitalización. La imagen es monumental y contiene, en toda su materialidad, medio siglo de la historia argentina a través de las páginas de Crónica y las revistas Esto! y Así, del Fondo Documental Sarmiento.

“Todo archivo con este nivel de magnitud requiere pensar en recortes posibles para organizar la información. En Amorales. Un archivo de la prensa popular, el recorte está atravesado por problemáticas de género, pero llevamos a cabo una investigación no solamente temática sino también visual y estética”, explica a Tiempo la fotógrafa Inés Ulanovsky, quien además es una de las curadoras de la exposición.

Titulares y formas de decir a lo largo del tiempo

“Nos centramos en los modos de nombrar estas identidades, que en Crónica estaban atravesados por una paradoja. De alguna manera, el diario funcionó como un espacio de visibilización de las diversidades sexualidades argentinas, pero también había un enfoque estigmatizante e irónico sobre estos temas. Hay titulares burlones e imágenes estereotipadas, pero al mismo tiempo es uno de los pocos medios que tiene un archivo impresionante sobre el tema trans”, cuenta Ulanovsky.

“Aíslan un virus que sería transmisor del mal de los homosexuales, que ha provocado 556 muertos”, dice uno de los titulares. En las páginas de Crónica había, durante los ‘80, una cobertura 24/7 sobre el VIH como un “mal homosexual”, con los nombres que se usaban por aquellos años: “la peste rosa” o el “cáncer gay”, entre muchos otros.

“En la exposición puede verse una investigación específica sobre titulares. Hay una parte de la muestra en la que solamente se destacan los titulares y están puestos uno al lado del otro. Es muy impactante leer todos juntos. Fue un trabajo enorme buscarlos para dar este efecto de sentido, poder ver la cantidad de apariciones que tuvieron y de qué maneras aparecían”, dice Ulanovsky. Algo que se repite: la homosexualidad como una enfermedad y su consiguiente campo semántico. El “contagio”, el “virus” y la “cura”.

Los tiempos, sin embargo, fueron cambiando, y Crónica, con un público declarado al que apuntar desde el propio eslogan, no fue ajeno a las transformaciones. “En el archivo se va viendo cómo se van modificando los modos de decir en la sociedad”, afirma Ulanovsky.

El detrás de escena de «Crónica»

La exposición va más allá y explora también el lado B del periodismo, todo eso que no se muestra, lo que no sale en las notas. “Nos interesaron las marcas que tenían las fotos, los nombres y los subrayados, porque de alguna manera ahí se construía un universo del sentido. Tenemos una sección en donde hay un montón de fotos que se pueden dar vuelta y entonces conocemos por primera vez el reverso de la foto. Y en ese reverso hay miles de anotaciones, códigos internos y hasta incluso ‘chistes’ que podemos descubrir”, cuenta la fotógrafa.

Mientras, por ejemplo, en el epígrafe oficial de la nota se leía “Conferencia de homosexuales brindó un amplio panorama”, en el reverso de la foto dice: “Conferencia de putos”. “Este detrás de escena permite pensar qué se dice oficialmente y qué no se dice oficialmente, y cómo todos esos grados de decibilidad van variando según la época”, dice Ulanovsky.

No hubiera sido posible acceder a este detrás de escena sin la posibilidad de recuperar el universo analógico de Crónica. “Le damos mucha importancia a la materialidad de un archivo en tiempos tan digitales, nos aferramos a la materialidad y tratamos de ver qué pasa con eso, lo que sale publicado y lo que se descarta”, afirma.

Con entrada libre y gratuita, Amorales. Un archivo de la prensa popular se puede visitar del 27 de mayo al 30 de diciembre de martes a domingos de 14 a 19,  en el Museo del libro y de la lengua (Avenida Las Heras 2555, CABA). El Museo permanecerá cerrado el 25 y 26 de mayo.