-Mi entrenador no será argentino…

-¿Habla en inglés? 

-Y… puede hablar alemán o francés o portugués…

Juan Martín del Potro responde con misterio y se va del All England. Contesta y vuela a Buenos Aires, donde el último viernes arrancó su tratamiento para combatir el dolor en la zona del aductor e ingle. Descansará unos días para empezar a entrenarse esta semana. La historia de los dolores suena repetida en la carrera del tandilense. Pero la novedad por estos días es que Del Potro tendrá un entrenador para la próxima gira de cemento. Y lo sorpresivo no es que vaya a contratar a un coach extranjero –hable el idioma que hable-, sino que hasta acá se había naturalizado que él, uno de los mejores tenistas del mundo, no tuviera un entrenador. Del Potro era un tenista autónomo.

“Para la próxima gira por Estados Unidos pienso ya poder contar con el entrenador que tengo apalabrado”, explicó. El plan del argentino era sumar a un ex jugador para los torneos sobre césped, pero su físico no se lo permitió. Del Potro llegó a Londres para el tercer Grand Slam del año con molestias en el pubis y justamente por esos dolores se había bajado de los torneos previos en Hertogenbosch y Queen’s. Juan Martín pisó el césped en Wimbledon sin haber jugado un partido en esa superficie en los últimos 12 meses. 

La derrota en segunda ronda ante el letón Ernests Gulbis desnudó –y no por el resultado en sí- una realidad: Del Potro necesita un cambio. No sólo se lo vio falto de ritmo, muy estático y con poca explosión, sino que dio la sensación de que necesita volver a enfocarse y renovarse. Y en ese contexto parece fundamental tener un equipo de trabajo. Es cierto  -y hay que aclararlo- que el enorme 2016 que tuvo Delpo lo logró sin un coach a su lado. Sin embargo, la receta –y su tenis- necesitan hoy una mirada y un plan externo que lo encamine. Como lo necesitan los mejores.

Novak Djokovic contrató a Andre Agassi como coach antes del segundo Grand Slam del año para renovar su juego. Hasta Rafael Nadal cambió a su tío Tony y comenzó a trabajar con Carlos Moyá. Con él en su equipo, Rafa conquistó su décimo título en el último Roland Garros. 

El 2017 de Delpo, hoy número 32º del ranking, fue hasta acá muy irregular. Si bien tiene récord de 13 victorias y 7 derrotas, no se lo notó sólido en ningún torneo. No logró ningún título en la temporada ni jugó una final. Además, no tuvo grandes partidos contra los mejores: ante los top ten está 1-6. Sólo superó a KeiNishikori en la tercera ronda de Roma y perdió tres veces contra Djokovic, una vez ante Roger Federer, Andy Murray y Milos Raonic. 

Del Potro está cerca de cumplir 29 años y después de haberse recuperado de cuatro operaciones en sus muñecas, hoy parece encarar una nueva etapa de su carrera, que lo obliga a reorganizarse. “El año pasado, físicamente, sobre la última parte estaba mucho mejor pero todavía traía algunos problemas con la muñeca. Ahora es como que se invirtió un poco. El revés va mejorando, pero físicamente no he podido entrenar tanto como quisiera”, explicó, siempre cauteloso, desde Londres. 

La próxima gira de canchas rápidas por Estados Unidos se iniciará con el Abierto de Washington, el 31 de julio. Luego jugará el Masters 1000 de Canadá en Montreal, el Masters de Cincinatti y finalmente el Abierto de los Estados Unidos, último Grand Slam de la temporada que ganó en 2009 y al que llegará –si todo sale como espera- bien acompañado.