No es sorpresa -o sí- que el álbum del Mundial Qatar 2022 se convirtió en una cuestión de Estado y de conversación callejera. Mientras miles de kioskeros en el país decidieron poner el cartel «no hay figuritas» al frente de sus locales para tratar de evitar responder a la misma pregunta infinidad de veces por día, la secretaría de Comercio reunió la semana pasada a la Unión de Kioskeros de la República Argentina (UKRA) con las autoridades de Panini.

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El tema a resolver allí fue la distribución: el reclamo de UKRA era -y sigue siendo- que las figuritas se distribuyan únicamente por los kioskos y no por los otros canales que Panini abrió para Qatar 2022, como estaciones de servicio, supermercados y aplicaciones de delivery. Pero el tema de fondo para muchos clientes -no para los kioskeros, claro, para quienes el tema es su «plato de comida», como dijeron-, es por qué no hay figuritas, sea por el canal que sea. No sólo la distribución: también la producción.

De hecho, la elevada demanda y la falta de oferta en cualquier punto de venta provocó que una parte de los kioskeros haya aumentado el precio de cada paquete, que contiene cinco figuritas, a 200 o 250 pesos. Otros -los menos- lo mantienen en el precio original establecido por Panini, 150 pesos, que de por sí ya implicaba un 900% de aumento respecto al Mundial anterior, el de Rusia 2018.

La teoría más repetida entre los clientes a la falta de figuritas apunta a una supuesta estrategia de marketing de la empresa. «Sacaron pocas para que se agoten enseguida y se hable del tema», se escucha en la calle. Pero el tiempo pasó y los kioskos (y las estaciones de servicio y los supermercados) siguen sin figuritas. O con muy pocas.

Figuritas del mundial, un furor en alza

El gerente de marketing de Panini, Nicolás Sallustro, explicó la semana pasada que no se trata de un faltante provocado. «No es una estrategia de marketing. A nosotros no nos gusta que se armen estos desfasajes. Tengan paciencia porque la confección del álbum lleva varios meses», aseguró ante UKRA y la secretaría de Comercio.

Lo que nadie explicó, sin embargo, es una teoría que solo conocen los que trabajan con el tema en el día a día, como los distribuidores: que el faltante de figuritas para Qatar 2022 se debió a una experiencia fallida para la filial de Panini en Argentina en el Mundial anterior.

En concreto, para el álbum de Rusia 2018, Panini Argentina -la casa local de la empresa de origen italiana que tiene los derechos de cromos y tarjetas de la FIFA a nivel mundial desde México 70- extendió su producción de figuritas a otras compañías del rubro en el país. «Y la sospecha fue que algunas de esas figuritas se terminaron vendiendo por afuera», explicaron a Tiempo expertos del rubro.

«En el país hay muchas empresas que hacen figuritas. Como su fábrica no es muy grande, Panini decidió para el Mundial pasado que también sean fabricadas por otras compañías. Pero el rumor fue que, por una razón no aclarada, algunas terminaron vendiéndose por afuera del mercado. Entonces, para Qatar 2022, Panini decidió realizarlas por su cuenta, pero su fábrica tiene una capacidad limitada y no puede hacer frente a la demanda», explicó un distribuidor.

Aunque trabaja 24 horas al día, y suspendió la producción de las otras colecciones, el edificio de Panini -queda en Martínez- fabrica cada día 800 bultos de 1.000 paquetes cada uno de figuritas de Qatar. Todavía no son suficientes. Luego quedan otras dudas. Panini Argentina asegura que no distribuye sus figuritas a Uruguay, pero algunos clientes aseguran haber comprado figuritas que dicen «Industria Argentina». Todo esto mientras, en este momento, chicos o grandes le preguntan a un kioskero «¿Tenés figuritas del Mundial?».