En la madrugada del sábado resultaba difícil distinguir el sueño de la realidad. La imagen llegaba del otro lado del mundo, en Sydney, con un millar de hinchas que saltaban apiñados en una tribuna: Soy argentino, es un sentimiento no puedo parar. El marcador decía Nueva Zelanda 15-Argentina 25. Era verdad: Los Pumas le ganaron a los All Blacks por primera vez en la historia, en un partido que será recordado por siempre, con los condimentos agregados de este contexto de pandemia. La fecha del 14 de noviembre de 2020 pasará a ser sagrada para el rugby argentino, que necesitó 30 enfrentamientos para lograr lo imposible: superar a los hombres de negro.

El último partido de Los Pumas había sido hace más de un año, en el Mundial de Japón, una gran decepción para la Argentina. Por la crisis del coronavirus este fue el primer partido del año. Y el regreso fue excepcional, con un apertura Nicolás Sánchez que jugó para el poster: anotó los 25 puntos, con un try incluido. El triunfo estuvo basado en una gran disciplina en defensa y en la intensidad y motivación que mostraron Los Pumas, ante un equipo neozelandés con el orgullo herido tras ser derrotado hace una semana por Australia (24-22), también Tres Naciones. 



“Un día antes del partido, el staff nos dijo que creían que somos mejores que los All Blacks. Yo, en mi corta o larga carrera en Los Pumas, no había escuchado nunca eso. Sólo lo teníamos que demostrar, y eso es lo que pasó”, dijo el wing Juan Imhoff, en su regreso con la camiseta argentina tras cinco años de ausencia. La emoción postpartido fue generalizada, por la victoria histórica pero también por lo que atravesó el plantel este año. “Es surrealista lo que ha pasado. No solo el resultado, sino el juego, entrar de esa forma al partido. Algunos de los chicos no han visto a sus familias durante meses, pero todos han mantenido una actitud positiva. Han estado asombrosos”, aseguró el entrenador Mario Ledesma. Su colega neozelandés, Ian Foster, aseguró que “pese a la desventaja de no haber jugado durante mucho tiempo al rugby, vinieron con mucha energía y deseo de mostrar algo a su país, que ha pasado un momento duro». Con ese fuego jugaron Los Pumas. Lesdesma contó con una ayuda especial, la del exseleccionador Michael Cheika, que se unió como ayudante en Los Pumas en este Tri Nations. «El día que llegó Cheika, dijo: quiero ser parte del primer equipo argentino que le gana a los All Blacks”. Argentina venía amagando con este golpe hace décadas. Y al fin llegó.

En un video publicado horas antes del partido, los jugadores contaron los esfuerzos que hicieron desde marzo. Los entrenamientos caseros durante los seis meses de cuaretena, hasta que obtuvieron el permiso para practicar; las dos burbujas sanitarias; los más de hisopados de testeos que pasaron; los contagios masivos; y las dos semanas de aislameinto en el hotel cuando llegaron a Australia. Todo eso se vio en los 80 minutos en los que superaron a la mayor potencia del rugby mundial. 



Hay un nombre propio que se destaca en el triunfo colectivo. Y es el del tucumano Nicolás Sánchez. El apertura se vistió de héroe: veinte puntos a través de su pie derecho y, además, el try apoyado en el primer tiempo. Sánchez, con la 10, emuló lo que hizo Hugo Porta en noviembre de 1985, 35 años atrás, en Ferro: fue un 21-21, con Los Pumas a nada de conseguir la victoria, que se hizo esperar mucho tiempo pero llegó. “Hoy fue un orgullo representar al país. Lo que sentí en los últimos minutos viendo la defensa, la preparación de todo esto, la gente que ha estado en los malos momentos, es increíble. Quiero agradecer a todos los que están cerca nuestro cuando estamos mal», afirmó el tucumano, que tuvo revancha después de un Mundial de Japón 2019 decepcionante, en que tras el primer partido con derrota contra Francia (23-21) fue dejado fuera del equipo por el técnico Mario Ledesma para el decisivo duelo contra Inglaterra (derrota por 39-10), que eliminaba a Los Pumas. «Cuando terminó el Mundial pensé que se me había terminado mi carrera en Los Pumas. No creía volver a tener esta oportunidad, estar en este estadio con todos los chicos y viviendo lo que vivimos hoy», concluyó el apertura de 32 años.

Este 2020, con Juegos Olímpicos y Copa América de fútbol postergada, la agenda deportiva dejó huecos enormes por la pandemia. Pero para el deporte argentino dejó algunas páginas tan gloriosas como sorpresivas. El Roland Garros en septiembre, con Nadia Podoroska y Diego Schwartzman como protagonistas fue un buen prólogo. El triunfo de Los Pumas ante los All Blacks será la historia central.