La Argentina quedó al borde del abismo. En su segunda presentación en Rusia, cayó 3-0 ante Croacia y depende de una combinación de resultados para una clasificación que a esta altura parece imposible. Rebic, Modric y Rakitic le dieron un mazazo a la Selección que vivió una pesadilla en Nizhny Novgorod. 

El desastre empezó con un error a los ocho minutos. Caballero intentó salir jugando y le regaló la pelota a Rebic que, de volea, puso el 1-0 para los europeos. No hubo reacción ni juego para intentar la remontada. No hubo forma de perforar a Croacia que se encerró atrás hasta encontrar una genialidad de Modric. A los 35 minutos, el 10 sacó un derechazo esquinado para el 2-0. Para dejar groggy a la Argentina. En el descuento, Rakitic dio el golpe final ante un equipo sin respuestas colectivas ni individuales. 

A los comandados por Jorge Sampaoli les hace falta un milagro. Será clave lo que suceda mañana entre Nigeria e Islandia. Después, la Argentina estará obligado a ganar en su última presentación para fantasear con los octavos de final. Serán cinco días para levantar a un colectivo muy frágil. A un equipo hundido desde lo anímico y lo futbolístico. Una Selección a la deriva en el Grupo D, ese que antes de Rusia parecía una zona potable para la cruzada de la Argentina.