La canasta básica de alimentos pasó de costar $143.562,96 en septiembre a $159.153,96 en octubre, informó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) a través de su Índice Barrial de Precios, que releva datos de 57 artículos en 850 negocios de proximidad en 20 distritos del conurbano. El mismo conjunto de alimentos costaba $64.134,25 en diciembre de 2022, por lo que el indicador aumentó un 148,16% en los primeros diez meses del año.

El Isepci también midió un aumento del 7,38% de la canasta básica total, que considera además de los alimentos una serie de productos considerados esenciales para la vida cotidiana. Este grupo de productos costaba $320.14,4 en septiembre y un mes más tarde promedió un valor de $343.772,55. Entre enero y octubre la canasta básica total acumuló un aumento de 135,1%.

Alimentos

Dentro de la canasta básica alimentaria los productos que más aumentaron fueron los de carnicería, que treparon un 13,17% en octubre al pasar de $45.675 a $51.691,83. Las carnes acumulan en el año un aumento del 172,48% en los mostradores de los comercios del conurbano.

El producto que más aumentó fue el pollo, tradicional alternativa en precio a la carne roja. El precio saltó 26,32% respecto a septiembre y 166,67% desde octubre del año pasado. Los productos de almacén ocupan el segundo lugar con un aumento mensual del 10,39%. En septiembre, el conjunto que mide el Isepci costaba $70.262,21, y en octubre el precio subió a $77.559,30.

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Foto: Pedro Pérez

Desde diciembre pasado, los artículos de almacén aumentaron 148,44%. El producto con mayor inflación en octubre fue arroz, con un salto del 25% mensual y 288,89% interanual. Por último, el rubro verdulería aumentó 8,24% comparado con septiembre y acumuló 114,43% en 2023. El tomate fue el producto más inflacionario con una suba del 33,33% respecto a septiembre y un acumulado del 220% en relación con igual mes de 2022.  

Análisis

El Isepci analizó que las medidas compensatorias que definió el gobierno después de las PASO “fueron paliativos importantes para algunos sectores, aunque para otros siguen siendo relativos”.

Entre los que no resultaron favorecidos señaló a los asalariados que perciben el salario promedio o el salario y las jubilaciones mínimas y, en particular, a los trabajadores no registrados: “El bono de $94.000 que están recibiendo estos últimos, en dos cuotas de $47.000 durante octubre y noviembre, no alcanza a revertir el enorme retraso que vienen sufriendo sus remuneraciones en la carrera contra la inflación”, evaluó la entidad.

El instituto recomendó al actual gobierno, en el hipotético caso de su reelección, profundizar las medidas que lanzó y combinarlas con otras coyunturales y de mediano y largo plazo para incorporar a los no registrados al mercado laboral formal bajo remuneraciones que superen las canastas básicas.