Aunque las necesidades fiscales para 2021 son altísimas, el gobierno es optimista sobre las chances de conseguir buen financiamiento en pesos del sector privado. Así lo deja traslucir un informe publicado este lunes por el Ministerio de Economía que resume las colocaciones de deuda del ejercicio anterior y las perspectivas para el presente año. Allí se destaca que la emisión de títulos en moneda local viene cubriendo con holgura los vencimientos ya establecidos y que además se logró reducir el pasivo en dólares.

Según el documento, el índice de refinanciamiento en el último bimestre de 2020 fue de 112%. Esto significa que por cada 100 pesos que el Tesoro tenía comprometidos, logró cubrir la totalidad a través de suscripciones del mercado y quedarse con un excedente de otros 12 pesos. En todo el año, el índice trepó a 119%.

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En el Palacio de Hacienda consideraron que las licitaciones de títulos fueron un éxito y que el colchón obtenido permitió sostener los gastos extraordinarios derivados de la pandemia. “El ejercicio 2020 finalizó con un financiamiento neto positivo de $386.727 millones teniendo en cuenta las emisiones de nuevos instrumentos en el mercado local, como así también los pagos de vencimientos de títulos públicos”, resumieron.

El otro hecho clave fue que el stock de letras y bonos emitidos en dólares bajo legislación argentina (por fuera del canje con los bonistas del exterior concretado en septiembre) bajó 8,3%. “Mediante canjes voluntarios y operaciones de conversión de activos, el Gobierno Nacional logró pesificar títulos denominados y pagaderos en dólares por un total de USD 6.700 millones”, señala el texto, aunque otras operaciones hicieron que la reducción neta a lo largo del año fuera de sólo U$S 3.948 millones. Esto permite bajar el riesgo de que una eventual devaluación incremente el pasivo del Sector Público Nacional. La contracara es que muchos de los títulos emitidos como prenda de cambio se ajustan por CER (coeficiente vinculado a la inflación) o por el valor del dólar. Su extensión promedio subió de cinco a diez meses, lo que da un respiro al Tesoro en el futuro inmediato.

La emisión de deuda será clave no sólo para atender los compromisos ya asumidos, sino el déficit fiscal previsto para 2021, que alcanzará los $ 2,2 billones. La idea del gobierno es cubrirlo con títulos en pesos y con emisión monetaria. En las discusiones preliminares para un nuevo programa de apoyo financiero, el Fondo Monetario Internacional pidió reducir las transferencias del Banco Central para evitar que el exceso de dinero en plaza presione sobre la inflación.

Pese a lo que consideran un paso adelante, en la Secretaría de Finanzas observan que 2021 será un año difícil. Sólo entre enero y febrero habrá que abonar unos $ 490 mil millones, sumando capital e intereses. Para eso se realizarán siete licitaciones de títulos en el primer trimestre del año. La primera se cumplió el jueves pasado y significó ingresos por $ 56 mil millones, en una combinación de instrumentos a tasa fija, variable y ajustados por CER a devolver entre marzo de este año y septiembre de 2022.