El gobierno nacional quiere que los salarios se alineen con su planteo de inflación de este año, del 60%. El diálogo, que era mantenido en secreto, fue expuesto primero por el diario Ámbito Financiero y después admitido por la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, en una entrevista radial.

Olmos aseguró que más que un acuerdo con la cúpula de la central obrera, se trata de «una política que propiciamos». La ministra refirió que «la responsabilidad primaria» de las conversaciones es del ministro de Economía, Sergio Massa. El diálogo ya estaría teniendo frutos que se ven en las negociaciones que se están llevando a cabo, especialmente en los gremios cuyas paritarias van de enero a diciembre.

Es el caso de la Asociación Bancaria, que representa a los trabajadores del sistema financiero de todo el país. Trascendió que el titular del gremio, el diputado Sergi Palazzo, se reunió con Massa para hablar de este tema en los últimos días. En ese encuentro, Massa le habría pedido a Palazzo que sumara al gremio a la pauta de un aumento semestral del 30% y reabrir negociaciones para la segunda mitad del año.

La respuesta de la Asociación Bancaria podría ser tomada en consideración por otros sindicatos y sería de llevar adelante negociaciones trimestrales. Una pauta así definida le agrega prudencia a la posición sindical en un año que estará signado por elecciones desde febrero y que podrían impactar en las decisiones de política económica según como se vayan dando los resultados.

Algo de esto ya sucedió con la firma de la paritaria de los trabajadores Aceiteros, que acordaron con las cámaras empresarias una suba semestral del 40% y reiniciar discusiones en julio. También con lo hecho por la Unión Tranviaria Automotor, que firmó por un 31% para la primera mitad del año, tal como solicita el gobierno.

Es decir, las distintas corrientes que conviven en la conducción de la CGT estarían mostrando su disposición a satisfacer el planteo del Palacio de Hacienda. Olmos ya había señalado que la intención de Massa «ha sido conversar con los distintos actores sobre la necesidad de ir convergiendo hacia una desaceleración de la nominalidad y de la inflación como método de recuperación de la capacidad adquisitiva alineado con la política que el Gobierno está llevando adelante en el nivel económico».

Por fuera de la pauta, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) acordó una paritaria del 100,5% para los empleados del sector frutícola del Alto Valle. El gremio dirigido por José Voytenco calificó de «sustancioso» el aumento que antecede el comienzo de la nueva temporada de cosecha en este verano.

El problema con el planteo de Massa es que los salarios vienen perdiendo desde hace cinco años, incluido 2022. Y por más de que luego de pactar un aumento parcial, se abren negociaciones, estas siempre van por detrás de la suba de los precios. Por ello habrá que ver cómo evoluciona el humor de la clase trabajadora tras años de pérdida de poder adquisitivo. «