El sensible mercado del dólar CCL (contado con liquidación), tomado como referencia por las empresas para hacerse de dólares por fuera de las restricciones oficiales, ya está viendo aumentada su operatoria a partir de la implementación de una nueva etapa del Programa de Incremento Exportador. El decreto de necesidad y urgencia 549/23 dispuso ampliar a todos los bienes y servicios el régimen especial de liquidación de divisas que hasta ahora se aplicaba al complejo sojero y a las economías regionales.

En los hechos, esto significa que todos los exportadores pueden vender el 70% de los dólares obtenidos a través del mercado oficial, y el 30% restante mediante «operaciones de compraventa con valores negociables adquiridos con liquidación en moneda extranjera y vendidos con liquidación en moneda local». Esto implica comprar bonos en dólares y venderlos en pesos.

El anzuelo para los exportadores significa que el tipo de cambio efectivo mejora entre 43% y 65%, de acuerdo a los valores del CCL que rigieron en los últimos días. Este tocó un máximo de $ 1110 el último día hábil previo a la elección, en pleno ataque de pánico de los mercados por un posible triunfo de Javier Milei, y se diluyó hasta $ 860 el último viernes, cuando el plan dolarizador que el candidato libertario anunciaba en caso de un eventual triunfo estaba prácticamente descartado por los operadores (ver página 15). Con esos números, la cuenta arroja un dólar neto, antes del pago de retenciones e impuestos, de entre 503 y 578 pesos, según el punto más bajo o más alto de esa franja.

La primera reacción a los cambios fue positiva, a juzgar por el saldo de la intervención del Banco Central en el mercado oficial. A lo largo de la semana, la entidad logró quedarse con U$S 404 millones y logró recortar a la mitad las pérdidas acumuladas durante todo el mes (alrededor de U$S 450 millones).

Para el BCRA, además de la acumulación de divisas (o al menos dejar de perderlas, habida cuenta de que las reservas netas están en valores negativos), el beneficio es que podrá dejar de gastar los pocos billetes que le quedan en la intervención en el mercado de bonos para evitar que el precio del CCL se dispare, ya que ese efecto se logra con el incremento de la oferta de los privados. Según un reporte de la agencia especializada Bloomberg, «en los días previos a las elecciones se calcula que el Banco Central vendió alrededor de U$S 86,2 millones diarios para contener a los dólares financieros. Ese ritmo de intervención se desaceleró notoriamente después de las elecciones, dado que también en base a estimaciones privadas, el gasto diario del BCRA en ese segmento habría caído a un promedio de U$S 17,1 millones diarios en los tres días posteriores».

Desdoblamiento de facto

El nuevo régimen cambiario, que estará en vigencia hasta el 17 de noviembre, agudiza en realidad la multiplicidad de cotizaciones existentes hasta ahora. En ese sentido los 350 pesos de la paridad oficial son apenas una referencia: entre la habilitación del tramo CCL para liquidar las exportaciones y la aplicación del impuesto PAIS a un universo cada vez mayor de importaciones, son muy pocas las operaciones que se transan a ese valor.

Desde la consultora Ecolatina estimaron que en la práctica se produjo una «profundización del desdoblamiento cambiario, tornando cada vez menos relevante al dólar oficial en el comercio exterior y engrosando la oferta de divisas en el dólar financiero». Por eso la discusión sobre el retraso que implica dejar la paridad oficial fija hasta mediados de noviembre, como lo confirmó el secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, es relativa, ya que el valor de la divisa flotará según la dirección en que lo determine el mercado del CCL.

En el último informe de coyuntura elaborado por el IERAL (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana), ese think tank de la Fundación Mediterránea abordó un tema que siempre viene asociado a los planteos sobre las modificaciones cambiarias: la inflación y el efecto sobre los precios domésticos del mayor valor del dólar. Según los economistas Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez, «esta variación, que por el momento excluye al tipo de cambio de importación, de todos modos está destinada a producir un impacto significativo en el precio interno de los productos exportables. Si la devaluación del 22% del 14 de agosto se trasladó rápidamente a los precios, no debería esperarse una dinámica diferente en el presente». «

Prorrogan restricciones para los bancos

Entre la batería de medidas que dispuso el Banco Central para evitar presiones sobre el tipo de cambio, figura la restricción a las entidades financieras de aumentar su posición en dólares. El jueves, a través de la comunicación A-7872, el ente regulador prorrogó hasta el 30 de noviembre la norma que les impide a los bancos tener más divisas que las que contaban al miércoles 12 de este mes, cuando se adoptó la disposición.

El objetivo inicial era frenar la dolarización de las carteras en los días previos a las elecciones. La medida regía hasta el 31 de octubre y ahora quedó prorrogada hasta diez días después del balotaje. De esa manera, se espera disminuir el riesgo de tensiones en el sistema cambiario en el último tramo previo a las definiciones del proceso electoral.

Según dijeron fuentes del BCRA, la medida abarca a la posición de contado en moneda extranjera de los bancos pero no tiene ninguna relación con los dólares que los ahorristas mantengan depositados en esas entidades, los que no se verán afectados por la medida.