Las compañías distribuidoras de gas solicitaron este miércoles incrementos correspondientes a ese componente de un promedio del 200%, con un impacto en el valor final de las facturas de los usuarios residenciales a partir de febrero que oscila entre un 21% y el 77,5% en todo el país.

Los pedidos se formularon en el marco de la audiencia pública virtual convocada por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).

La tarifa final del gas está integrada por cuatro componentes: el precio del gas en boca de pozo, el transporte, la distribución y la carga impositiva nacional, provincial y municipal.

Por tal razón, el impacto de los porcentajes propuestos por las distribuidoras en la factura que pagan los usuarios es variable, debido a que la proporción de ese componente en el costo total es diferente según la región de cobertura, con un promedio del 12%.

El representante de Metrogas, Sebastián Mazzucchelli, solicitó un incremento de la tarifa de distribución que tendría un impacto promedio del 49% en la factura de un usuario residencial, del 47% para uno comercial, 3,3% para clientes industriales y del 10,5% para estaciones de GNC.

Mazzucchelli remarcó que «todos los indicadores aumentaron sustancialmente más que las tarifas», que la compañía «no ha distribuido dividendos en los últimos 22 años» y que, de no mediar el aumento de tarifas solicitado, la empresa incurriría en 2023 en un déficit operativo de $ 40.157 millones

José Luis Fernández Fontana, de Naturgy, pidió un ajuste para la etapa de distribución del 189% a partir de febrero, con ajustes trimestrales.

El impacto en los diferentes usuarios finales sería de $ 1.648 pesos por factura residencial, $ 8.565 por metro cúbico para pymes y $ 6.058 en el caso de los usuarios industriales, además de $ 19 por carga de GNC.

Marcela Córdoba, de GasNor, propuso un incremento del 189% en la etapa de distribución, con una incidencia promedio en la factura final de usuarios residenciales del 54,9% en Salta y en la zona Fría y del 71,2% en Tucumán.

También propuso ajustes del 114,4% en los usuarios pymes, 9,1% en los industriales y 4,7% en los de GNC.

Alejandro Pérez, en representación de Camuzzi Gas Pampeana y Camuzzi Gas del Sur, solicitó incrementos del 187% para la etapa de distribución de la primera empresa y del 273% para la segunda, con impacto variable en la tarifa final.

Como ejemplos, Pérez indicó que en el caso de un usuario residencial promedio de Camuzzi Gas Pampeana la factura pasaría del $ 4.892 a $ 6.105 mensuales (24,8% de incremento) y en el caso de un usuario nivel 2 (sin computar el descuento por tarifa social) de $ 2.444 a $ 3.657 (49,6%).

Para un usuario residencial promedio de Camuzzi Gas del Sur, en los mismos ejemplos los aumentos serían de $ 3.102 a $ 3.999 (28,9%) y de $ 1.428 a $ 2.325 (62,8%).

Pérez aseguró que «si no hay aumento, en 2023 la proyección de margen bruto no alcanza siquiera para pagar los sueldos» y que, con los incrementos solicitados, pagarán menos de $ 1.000 mensuales el 71% de los usuarios de Camuzzi Gas Pampeana y el 74% de los de Camuzzi Gas del Sur.

Alejandra Marconi, de Ecogas (Distribuidora de Gas Cuyana y Distribuidora de Gas del Centro), reclamó un aumento promedio para la distribución del 200%.

La incidencia en la factura de un usuario de nivel 2 de Distribuidora de Gas del Centro sería del 77% (de $ 1.338 a $ 2.414) y del 41% para el nivel 1, de mayor poder adquisitivo (de $ 2.515 a $ 3.546).

En el caso de los usuarios de la Distribuidora de Gas Cuyana, para el nivel 2 el incremento en la factura sería de 77,5% ($ 1.595 a $ 2.832%) y del 40,9% para el nivel 1 ($ 3.021 a $ 4.258).

Néstor Molinari, de Litoral Gas, solicitó incrementos con un impacto del 34,4% en un usuario residencial promedio (de $ 4.354 a $ 5.854) y del 43,4% para uno de Zona Fría (de $ 3.541 a $ 5.077) a partir del 1° de febrero.

Armando Montú, de Gasnea, presentó dos opciones, con aumentos de los cargos del 163,8% para toda clase de usuarios o bien del 121% para residenciales, 331% para comerciales y GNC y 163% para industriales.

En el primer caso, el impacto tarifario sería de 28% para los residenciales, 63% para comerciales, del 13 al 18% en industriales y del 13% para GNC, en tanto para la segunda opción sería de 21% para residenciales, 120% para comerciales, del 20 al 25% para industriales y 21% para GNC.

Fernando Peñaloza, de Redengas, solicitó un ajuste con impacto promedio en el precio final del 47,63% (del 37,32% al 53,04%, según la categoría), que implicaría un aumento mensual libre de impuestos de $ 1.754.