El gobierno intentará dar una nueva señal de certidumbre cambiaria con la emisión de un bono dolarizado que vencerá a fines de abril de 2023. El TV23D será la estrella de la licitación de títulos de este martes, en la que también se emitirán otras cuatro letras en pesos (tres a tasa fija, con vencimiento en diciembre, enero y febrero próximos, y una ajustable por CER hasta julio de 2022).

La ampliación de ese instrumento dollar-linked, del cual ya se emitieron el equivalente a U$S 350 millones hace tres semanas, tiene como objetivo no sólo buscar fondos para cubrir el déficit fiscal sino limpiar el horizonte de bonos similares que vencen en el corto plazo. Por eso, además de suscribirlos en pesos al contado, los inversores podrán adquirirlos entregando a cambio bonos similares que vencen a fines de noviembre de este año: quienes opten por este canje se llevarán un 70% de su colocación en el nuevo bono y un 30% en el T2V2D, que devuelve su capital en noviembre de 2022.

Desde el punto de vista cambiario, la señal que pretende dar el gobierno es nítida: toma una deuda ajustable según el dólar a un año y medio de plazo porque no prevé devaluaciones bruscas en ese lapso. De ese modo trata de dar una respuesta al nerviosismo reinante en la City, expresada en la brecha promedio de 80% entre el tipo de cambio oficial y las varias cotizaciones alternativas. La diferencia se agrandó incluso entre estas últimas: en la mañana del martes variaban desde los $ 176 del CCL (contado con liquidación, que surge de la negociación con bonos) hasta los $ 190 del Senebi (una negociación directa entre empresas respaldada por fondos disponibles en el exterior), pasando por los $ 185 del blue o paralelo.

La tensión, que suele ser habitual para épocas preelectorales, se incrementó este lunes cuando Daniel Marx, ex secretario de Finanzas y consultor muy respetado entre los hombres de negocios, pronosticó un ajuste del 20% del tipo de cambio en los próximos seis meses. «Al comparar títulos emitidos por el Gobierno, ajustables por tipo de cambio oficial y por CER -que son lo que anticipan los precios- surgió el cálculo de que habría que hacer aproximadamente un 20% de corrección en el tipo de cambio, en algún momento de acá a marzo”, dijo Marx en una entrevista.

Buena parte de los analistas, sobre todo los ortodoxos, cree que será imposible evitar el efecto de la emisión monetaria, principal herramienta a la que está recurriendo el gobierno para solventar el rojo de sus cuentas, sobre el tipo de cambio. Hacia el último fin de semana, por caso, el Banco Central tuvo que realizar un adelanto transitorio de urgencia (el monto exacto siempre se conoce con unos días de demora) para cubrir obligaciones impagas por $ 75 mil millones.

Los temores se ven potenciados por la salida de dólares que viene experimentando el Banco Central. Sus reservas internacionales volvieron a caer por debajo de los U$S 43 mil millones de dólares, luego del pago de capital al Fondo Monetario Internacional y de los U$S 950 millones de saldo negativo que tuvo la entidad por sus operaciones en el mercado oficial durante septiembre. En las dos primeras rondas de este mes tuvo ventas netas por otros U$S 105 millones, estiman operadores.

En el Palacio de Hacienda creen que todavía hay algunos fondos de inversión extranjeros que no pudieron retirar todas sus tenencias en el país luego de que se implantara el cepo cambiario, en los últimos meses de la administración de Mauricio Macri. Esos grupos, afirman, estarían presionando para recuperar los dólares que trajeron y eso pone una presión adicional sobre la cotización. “Había muchos capitales especulativos que se estaban yendo de golpe, y todavía quedan algunos. Siempre miramos ese tema”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, hace pocas semanas.

Otra diferencia entre la mirada de los operadores de la City y la oficial radica en el valor esperado del dólar en el corto y mediano plazo. El gobierno anticipó en su proyecto de Presupuesto 2022 una paridad esperada de $ 131 para diciembre de ese año, mientras que las consultoras y entidades financieras que participan del Relevamiento de Expectativas que coordina el Banco Central lo instalan para ese momento en $ 154. Esa diferencia de 18% es muy parecida a la que mencionó Marx.