En la semana corta que seguirá a los feriados del Carnaval, el gobierno presentaría el fideicomiso con el que aspira controlar los precios internos del trigo y el maíz.

La posibilidad es alta, pero el viernes pasado, la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Roberto Feletti, y el Ministerio de Agricultura, que conduce Julián Domínguez seguían puliendo los detalles del mecanismo del instrumento.

Trascendió que el fideicomiso sería para 750 mil toneladas de trigo «para fideos secos y harina 000» que estén en la lista del programa Precios Cuidados. Se espera que la medida tenga un impacto en la canasta básica alimentaria.

El gobierno ratificó a las empresas el lanzamiento de esta política en una reunión que se realizó el martes. Tras ese encuentro, tanto la Mesa Intersectorial del trigo y maíz y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires difundieron sendos comunicados en los que reiteraron su posición contraria al fideicomiso, al que definieron como una alternativa ineficaz para controlar los precios. La Mesa planteó que la propuesta del fideicomiso es una «retención encubierta» que se agregaría a los derechos de exportación que las empresas pagan actualmente y que ya generan el desacople con los precios internacionales. En ese sentido, el fideicomiso afectaría «la rentabilidad del productor» y provocaría «una caída de la producción».

Por su lado, Maizar, que representa a los productores y exportadores de maíz, consideró que los costos del maíz tienen «bajo impacto» en los precios que se pagan en las góndolas de los comercios minoristas, por lo que definió como «absurdo» que las firmas del sector tengan que subsidiar productos con los que, aseguran, no se relaciona su cadena de valor.

En esa línea, Maizar recomendó al gobierno dirigir la mirada a «las causas reales de la inflación» y apuntó contra la presión tributaria. Como alternativa, Maizar propuso avanzar con una reducción del IVA a los alimentos o que se instrumente un subsidio a esos productos a través de la tarjeta Alimentar.

Pero Feletti confirmó en ese mismo encuentro que el fideicomiso es un hecho y que los exportadores están obligados a participar. La posición es que las 750 mil toneladas de trigo representan apenas el 20% de lo que va a la molienda para consumo local. En el caso del maíz, la mirada está puesta en su uso como forraje avícola, porcino y bovino, destino del 75% del consumo local.

La guerra

La invasión de Rusia a Ucrania consolidó la decisión de la administración nacional. La volatilidad se adueñó de los mercados internacionales: el viernes pasado, los precios del maíz y el trigo cayeron tras varios días de alzas porque el mercado vio que el conflicto sería breve.

En despachos oficiales creen que los precios internacionales de ambos productos podrían estabilizarse en un nuevo nivel superior, trasladándose a la molienda argentina y fogoneando todavía más la inflación.

A pesar del rechazo a los fideicomisos, los referentes del ámbito privado consultados el viernes por Tiempo se manifestaron resignados y a la espera de la presentación oficial en la que se conocerán los detalles finales de la iniciativa. «

En febrero, también

La inflación de febrero se ubicaría entre el 3,5 y el 4% según las consultoras privadas que siguen la evolución de los precios. A diferencia de enero, mes en el que el precio de la carne casi no se movió, en febrero este producto fue protagonista de un fuerte incremento. Al 21 de este mes había marcado un alza del 23,8% según el Índice General del Mercado de Liniers, pero la suba luego desaceleró y en los días posteriores se estabilizó. Con todo, en el mes redondea el 13 por ciento.

Otro vector de la inflación son las verduras, que nuevamente mostraron fuertes subas parecidas a las vistas en enero, cuando traccionaron hacia arriba el índice del rubro alimentos y bebidas.

Según la consultora LCG, la inflación de alimentos y bebidas habría sido del 4,6% en febrero, igual al dato que les arrojó enero. Según el Indec, este rubro subió el mes pasado un 4,9 por ciento.

En febrero, además, las petroleras decidieron subir los combustibles en torno del 9%. Algunos economistas vaticinaron que ese incremento solo subía el índice de inflación en medio punto porcentual en el mes.

También se verificaron alzas en las prepagas y en el servicio de comunicaciones móviles.