La segunda edición del Previaje lleva facturados $ 75.000 millones, según estiman, para el día de hoy, fuentes del Ministerio de Turismo y Deportes. Ese monto se debe al movimiento de más de 3,3 millones de turistas, de los que  300.000 son jubilados. El 43% por ciento de los destinos elegidos por los usuarios están en la Patagonia.

El programa fue un éxito desde la primera edición, cuando se facturaron $ 10.000 millones. Con una variación positiva del 650% en un año, el impulsor, Matías Lammens, busca que sea ley. «Queremos que sea una ley muy robusta, que deje a Previaje como una política de Estado, porque fue la política pública más importante de la historia en términos de turismo», destacó el ministro en el discurso de apertura de la Feria Internacional de Turismo 2021.

Desde el ministerio detallan a Tiempo: «El proyecto tiene el eje en el impulso de inversiones turísticas: reducción en contribuciones patronales, devolución a través de un bono fiscal de las inversiones que se hagan, acceso al mercado único de cambios para las inversiones extranjeras en un porcentaje de lo que se invierta, etc. Uno de esos capítulos es el Previaje como política de Estado».

La fuente agregó que «buscaremos darle volumen político durante el verano, con consensos. Todas las cámaras del sector apoyan la propuesta. La idea es que en marzo salga por unanimidad» en el Congreso, apuntan.

Aldo Elías, vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo, remarcó a este medio: «El movimiento que ha generado el programa es impresionante. Se superaron ampliamente todas las expectativas. No sólo potenció el movimiento del verano, sino que lo anticipó porque noviembre y diciembre ya fueron meses de mucho movimiento».

Para Elías, «es la primera vez que la industria turística recibe un plan de este tipo, donde se conjugan los beneficios para todas las partes intervinientes: empresas, turistas y gobierno. Este programa termina costándole muy poca plata al Estado porque buena parte de la inversión vuelve con los impuestos que percibe, ya que se anula la informalidad tanto a la hora de hacer la compra inicial como al gastar lo que se acredita después en la tarjeta de crédito».

El empresario agregó que «uno de los objetivos centrales del gobierno viene por el lado de evitar la fuga de dólares», para lo cual Previaje ofrece vacaciones locales, que a su vez, generan movimiento en las economías regionales.

Como punto a mejorar, Elías observó: «Hay que pensar en un plan más direccionado. No tiene sentido promover el turismo interno en temporadas altas porque tampoco todos los lugares tienen la capacidad para recibir a tanta gente. Es más lógico apuntarle a la temporada baja».

Sobre este punto, desde el ministerio explicaron: «El proyecto de ley buscará que en los próximos años Previaje se enfoque en el impulso de las temporadas bajas. Extender las temporadas en los destinos. No se va a hacer incentivo en las temporadas altas, que lo hicimos ahora por motivos relativos al daño provocado en el sector por la pandemia».

El 48% del consumo corresponde a agencias de viajes; el 35%, a alojamientos, y el 12%, a transporte aéreo. Cerca de 300 mil argentinas y argentinos ya accedieron a Previaje PAMI, que otorga el 70% de los gastos a las personas afiliadas a la obra social de la tercera edad.

En cuanto a los destinos elegidos, el Sur se lleva los porotos: el 19% de los turistas eligió Río Negro; el 9%, Santa Cruz; el 8%, Neuquén, y el 7%, Tierra del Fuego. En tanto, el 83% de los turistas provienen de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Más de 14.000 prestadores locales participaron en esta edición. Del total de usuarios, el 60% son mujeres.

«El programa apunta a todos los sectores sociales, ya que se abarcan todos los rubros, desde los campings a los hoteles 5 estrellas. Esto no es un subsidio, sino un plan de promoción que le sirve a todas las partes. Hay que profundizar este tipo de planes que incentivan la economía del mercado interno y promueven al turismo como política de Estado», concluyó Elías. «