Enero ha sido pródigo en subas de tarifas y anuncios del mismo tenor. Ya se dieron o se resolvió que habrá incrementos en transporte público de pasajeros en trenes y colectivos (para el Área Metropolitana de Buenos Aires, AMBA), agua (quita de subsidios en el AMBA), Internet, telefonía móvil y TV paga (de alcance nacional), gas (desde febrero). El 23 de enero se realizará la audiencia para discutir las nuevas tarifas de electricidad a partir de febrero.

También hay incrementos por fuera de los servicios regulados. El lunes 16 debería entrar en vigor el aumento del 4% en el valor de los combustibles, una suba de alcance nacional. Además, este mes comienza a aplicarse la nueva tabla del monotributo, cuyas subas de entre el 72% y el 102% afecta a 1,9 millones de personas registradas en ese esquema tributario simplificado.

Entre los economistas privados hay un debate acerca de cuál pued ser el impacto de estas alzas en la inflación. Por caso, los 38 participantes del Relevamiento de Expectativas de Mercado que publica el Banco Central dijeron a fines de diciembre que la inflación de enero será del 5,6%, 0,4 de punto porcentual menos que el consenso que mostraron un mes antes a pesar de que ya se conocían todas las subas enumeradas más arriba. Sin embargo, otros analistas consideran que el impacto será más fuerte.

El transporte primero

La suba del transporte público de pasajeros en el AMBA fue de ntre el 40 y 50% en los boletos, tanto para el de colectivos como para el de trenes.

El rechazo a la suba ha sido generalizado entre el público, como quedó registrado en la consulta pública previa que abrió el Ministerio de Transporte. Allí, las quejas giraron en torno de la distancia cada vez mayor entre las tarifas y los salarios, más cuando el costo del transporte tiene un peso significativo dentro de la economía de los hogares urbanos.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), cayó el peso de los subsidios al transporte en el total de los gastos de la administración nacional entre 2011 y 2021, al pasar del 4,56% del total a representar el 2,54% 10 años después. A pesar de ese descenso, lo que pagaba el pasajero no superaba el 12% del valor real de un pasaje a enero de 2022.

El gas, a tres puntas

Con el gas hay tres aspectos que se conjugan para hacer que el peso de los aumentos se sienta fuerte en los bolsillos. Por un lado, sigue la aplicación de la segmentación, con quitas sucesivas de subsidios a los niveles 1 y 3.

Por otro, la secretaria de Energía, Flavia Royon, ya aseguró que el precio del gas subirá un 28,3% para todo el país aunque no tocará a las personas registradas en el nivel 2 de la segmentación (sectores más vulnerables).

Y, además, el miércoles pasado se realizó la audiencia pública, convocada por el Enargas, en la que se plantearon las subas para el transporte y la distribución de gas, los otros dos componentes que forman el precio final que paga el usuario (además de los impuestos). Las privatizadas pidieron hasta el 200% de aumento. La decisión oficial aun no se conoce.

Lo que viene

El 23 de enero se realizará la audiencia para presentar los planteos sobre subas de tarifas que tienen Edenor y Edesur. Ambas firmas ya presentaron sus demandas que giran, en términos conceptuales, en torno de la necesidad de que se aplique el marco jurídico de la privatización más los costos surgidos de su no implementación desde 2019.

El gobierno ya dijo que este año será de transición tarifaria, pero admitirá incrementos superiores a los del año pasado. «