El Fondo Monetario Internacional (FMI) sugirió “cambios regulatorios y reformas de mercado” para reducir el peso de la deuda en los países que tienen pasivos muy altos en relación a sus posibilidades de pago. El énfasis es tal que lo plantea como una alternativa a los reiterados pedidos de ajuste fiscal típicos de la entidad. La postura en ese sentido fue difundida en un paper publicado el último martes en el blog del organismo.

El documento, elaborado por los economistas Gabriela Cugat y Carlo Pizzinelli, propone que cambios importantes en las regulaciones pueden producir un “efecto que estimamos es comparable al efecto de importantes consolidaciones fiscales”. En particular, el paper apunta a cinco áreas clave: comercio, finanzas internas, finanzas externas, mercado de productos y mercado laboral.

El trabajo apunta a mejorar la relación entre deuda pública y producto bruto, no tanto por la reducción de la primera sino por el crecimiento del segundo término, lo que favorecería en la práctica las posibilidades de repago de los compromisos tomados. “Promulgar cambios en las regulaciones que apuntan a mejorar el funcionamiento de los mercados, por ejemplo aumentando la competencia o estableciendo marcos regulatorios apropiados, puede impulsar la producción económica”, señalan los autores.

“Nuestra investigación muestra que un mejor funcionamiento del mercado no sólo reduce el ratio de deuda a través del efecto denominador, sino que también fortalece los resultados fiscales y ayuda a reducir el nuevo endeudamiento”, agrega el estudio. Y (aquí viene lo novedoso), “el efecto que estimamos es comparable al efecto de importantes consolidaciones fiscales”, insiste el texto.

Los datos son significativos para un país como Argentina, que tiene una deuda pública de U$S 398.246 millones, equivalentes al 85,9% del PBI, según datos oficiales de la Secretaría de Finanzas correspondientes al primer trimestre de 2023. El total de la deuda llegó a ser superior al producto bruto en un momento (103,9% en 2020), aunque la proporción mermó luego de la reestructuración acordada con los bonistas privados.

En la última revisión del programa de facilidades extendidas firmado con el FMI, la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, calificó la reducción del déficit fiscal como un requisito “esencial para lograr apoyo económico y estabilidad financiera”. En el informe elevado al directorio, el staff técnico hizo hincapié en la necesidad de “acelerar la consolidación fiscal para salvaguardar la deuda”.

Para ello, el Fondo aconsejó a la Argentina “medidas estructurales de alta calidad en ingresos y gastos, incluida la reducción de los gastos tributarios, mejorar la estructura del complejo sistema tributario, abordar los subsidios energéticos aún cuantiosos, mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones (jubilaciones) y coordinar las transferencias discrecionales a las provincias y a las empresas estatales”. En cuanto al crecimiento de la economía doméstica para ampliar las posibilidades de repago de la deuda, como sugieren sus propios investigadores, en líneas generales el FMI casi no habló.