En medio del movimiento financiero que empuja hacia arriba al dólar blue y busca romper el precario equilibrio en el valor de esa divisa en el conjunto del mercado cambiario, el gobierno nacional votó a favor de que el Fondo Monetario asigne a los países que lo integran un total de U$S 650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG, por su sigla en inglés).

El Ministerio de Economía informó en la tarde de este martes que su titular, Martín Guzmán, votó en representación de la Argentina “a favor” de esa medida, lo que significará un desembolso para la Argentina, a fines de agosto próximo, de un equivalente a U$S 4.335 millones, que es lo que le corresponde por su cuota-parte en el FMI, del 0,65 por ciento.

Los DEG se pueden transformar en divisas contantes y sonantes por medio de un canje entre estados (o bancos centrales), que puede ser voluntario o por pedido expreso del Fondo. En cualquier caso, el país poseedor de los DEG busca divisas.

El Ministerio de Economía y el Banco Central ya determinaron que los DEG irán a engrosar las reservas; al menos por ahora no hay en vista realizar un canje en divisas de una parte o del total de los DEG. Esperan que ese incremento de reservas genere una nueva sensación entre los inversores, de que no vale la pena intentar una corrida contra el peso durante la campaña electoral, un clásico del mundo financiero que se potencia cuando escasean los dólares en el BCRA.

Una campaña electoral con los valores estables de los distintos dólares sería un regalo del universo financiero al gobierno impensado tiempo atrás. Por caso, este sector actuó de otra forma durante la última parte del gobierno de Mauricio Macri, a pesar de la gran cantidad de vasos comunicantes con la administración de Cambiemos.

El anuncio de la votación de Guzmán a favor de la asignación de DEG llega cuando las negociaciones con el FMI mostraron nuevamente que siguen en el mismo lugar. Tras un encuentro en Venecia con los encargados del caso argentino en el Fondo, Julie Kozack y Luis Cubeddu, Economía emitió un comunicado en el que informó que hubo “entendimientos” en políticas para el “desarrollo” del mercado de capitales local y de sectores generadores de divisas. El comunicado que emitió el FMI, palabras más, palabras menos, era del mismo tenor y aclaraba que el “entendimiento” en el caso de la “administración tributaria” apuntaba a “movilizar la recaudación fiscal”.

Los textos aparecieron en forma simultánea al incremento de las limitaciones para la obtención de dólares financieros en cuentas en el exterior. La sumatoria de ambos datos le indicó al ambiente financiero que no habrá acuerdo con el FMI hasta después de las elecciones y que el organismo multilateral mirará para otro lado si Economía sube la tasa de interés en pesos de sus bonos para “desarrollar” el mercado local en pesos o incrementa las retenciones para “movilizar la recaudación fiscal”.

Mecanismo

La votación de los 190 ministros y gobernadores miembros del Fondo Monetario finaliza el 2 de agosto. Si más del 85% de los votos son positivos y se aprueba la nueva emisión de DEGs, estos serían distribuidos a fines de ese mes.

Los DEG son un activo multilateral creado en 1969 por el FMI. Complementa las reservas oficiales de los países miembros, da liquidez pero no constituye una moneda en sí misma en el sentido estricto. Es un derecho potencial sobre un conjunto de monedas. En la actualidad éstas son el dólar estadounidense, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina, y el precio del DEG está determinado por el valor ponderado de dichas monedas.

El FMI, además, estudia la implementación de un mecanismo que haga más fluido el canje de DEG por dólares. En el Fondo esperan que por la pandemia y la crisis económica global que produjo su gestión, haya muchos países que necesiten hacer ese canje, algo muy inusual. Por ello, buscan facilitar ese flujo de DEG y divisas.