El Indec informó que la industria cayó en agosto un 5,6% y que la actividad en los ocho meses acumulados desde el inicio del año se retrotrajo un 0,8 por ciento, el primer dato negativo desde mayo de 2017.

El último dato oficial de empleo dice que en julio la industria despidió a 4.038 personas.  

La caída de agosto fue la cuarta consecutiva para el sector secundario de la economía que está entre los más perjudicados por la política económica de Cambiemos, que siguen sin ver una salida en el corto plazo.

La medición del Indec atrasa un mes comparada con las que realizan algunas consultoras del sector privado. Algunas de ellas ya publicaron datos alarmantes de septiembre, como Orlando Ferreres & Asociados (OJF) que adelantó una nueva caída del 5,9% (-2,4 en el acumulado anual) o la Fundación FIEL que informó un retroceso del 7,2% interanual en el noveno mes.    

Una muestra de que las mediciones de esas consultoras van en el sentido correcto es la encuesta cualitativa que acompaña el informe de industria del Indec.

El 59,7% de los empresarios consultados para esa medición reconoció que espera una baja de la actividad para el trimestre que viene a la par de un 32,4% que anticipa estancamiento.

Además, el 61,4% de los que respondieron no espera cambios en su personal en los próximos tres meses mientras que 31,1% prevé despedir más gente y 7,5% dijo que contratará.

Entre los que peores resultados tuvieron se anotaron los textiles, con una caída del 16,6% y un retroceso acumulado del 9%. También aparecen en esa línea los petroleros, con un derrumbe del 7,8%. El caucho cayó 13,2% y el sector químico otro 9,3%.

El acero en cambio subió 7,7% y 14,6 en el acumulado. Y las automotrices aumentaron 13,7 por ciento pero la metalmecánica retrocedió un 10,8%.

Construcción

La actividad industrial cayó 0,1% en agosto por segundo mes consecutivo. 

La actividad, uno de los famosos «brotes verdes» de Cambiemos, tuvo un buen 2017 en el marco de la campaña electoral pero después de las elecciones decayó la inversión pública y la actividad de las empresas. 

La crisis que se empezó a manifestar en abril y que recrudeció en agosto empeoró el panorama. 

Hoy por hoy, con el país embarcado en el salvataje del FMI y con un presupuesto que recorta las partidas para proyectos de envergadura, los operadores del sector ponen todas las fichas al futuro de los Proyectos Público Privados aunque el consenso indica que no habrá chances de recuperación hasta bien entrado 2019.