En un comunicado titulado “La salud de los trabajadores”, la conducción de la CGT a la vez que reivindicó la actuación del gobierno nacional defendió el sistema de Obras Sociales que tiene a los sindicatos como epicentro.

El comunicado tomó estado público en el marco de crecientes rumores sobre la voluntad de un sector del gobierno de avanzar en una estatización del sistema de Obras Sociales financiadas con los aportes de los trabajadores. La propia vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner había sugerido la necesidad de racionalizar el sistema de salud sobre la base de la centralización de sus tres ramas principales, la pública, la privada y la sindical.  

La intención del comunicado fue poner paños fríos a la relación con el gobierno, destacar la actuación de las obras sociales durante la pandemia y, a la vez, poner de relieve las dificultades que afrontan en términos de financiamiento a partir de la caída del salario real y la suba de las prestaciones médicas y los propios medicamentos.

Para eso manifestaron que “el sistema de salud fue sometido al mayor desafío que se recuerde en la historia”.

Frente a esa situación, señalaron que “resultó determinante la acción del gobierno para asistir a todos los sectores productivos de la economía, para proteger a los trabajadores en actividad y a todos los ciudadanos que no se encontraban vinculados al mundo laboral”.

Además destacaron que “el sector público multiplicó en tiempo récord su infraestructura y coordinó la acción de todos los recursos humanos disponibles demostrando su capacidad de articulación y aptitud de gobernanza en el sistema”.

Por su parte aseguraron que las Obras Sociales brindaron “cobertura integral de salud a millones de trabajadores y su grupo familiar a lo largo y ancho de todo el territorio nacional”, aunque, explicaron, “la pandemia multiplicó exponencialmente los costos para la atención en los centros médicos propios y los gastos en la contratación de clínicas y sanatorios privados”.

Los dirigentes sindicales se lamentaron de que “los ingresos de las obras sociales mermaron año a año a medida que se fue  deteriorando el poder de compra de los salarios y fueron los propios trabajadores los que, con sus aportes, compensaron las caídas de recaudación y costos extras generados por la pandemia en sus obras sociales sin aportar dinero extra” a la vez que “los egresos crecieron en forma desproporcionada por efecto de las nuevas prácticas médicas, los medicamentos de última generación y la innovación en estudios y técnicas de diagnóstico”.

En definitiva destacaron “la solidez y nivel cobertura de uno de los sistemas de salud más solidarios del mundo” a la vez que explicaron que “resultó evidente la necesidad de dotarlo de fondos suficientes para garantizar la salud de todos”.

El comunicado emergió luego de una reunión realizada en la sede de UPCN de la que participaron los principales dirigentes de la mesa chica. Allí las críticas apuntaron a la vice presidenta. Antes de comenzar la reunión, Héctor Daer señaló que “El que manda, el que tiene el bastón de mando es el Presidente y yo lo avalo; la señora vicepresidenta tendrá que hacer la función legislativa”.