El resultado de las PASO potenció el optimismo de los empresarios, que no pierden oportunidad de lanzar loas al programa económico del gobierno de Cambiemos y de prometer un caudal de inversiones para el futuro cercano.

En concreto, las inversiones no muestran la misma agilidad que las promesas. En cambio, las compañías insisten en reclamar condiciones económicas favorables para desembolsar el dinero que tan bien atesoran.

Los analistas más cercanos a los grandes jugadores del mercado difunden a diario nuevas pruebas del entusiasmo empresarial con el rumbo de Mauricio Macri y su gobierno.

El economista jefe de la consultora ABECEB, Dante Sica, aseguró hoy que si avanza la reforma tributaria, una de las demandas principales de las empresas para mejorar la “competitividad” de las firmas privadas, el pronóstico del 3,5% de crecimiento que vaticinaron varios funcionarios podría ser apenas “el piso” de un salto positivo todavía mayor.

Ese optimismo frente a los avances de las reformas que exigen las compañías ante todos los niveles de gobierno también se dejó ver la semana pasada en una encuesta que realizó la consultora D’Alessio IROL a pedido de la Cámara de Agentes de Bolsa.

Los resultados de esa medición aseguran que en agosto aumento la apreciación positiva del marco económico para la planificación de inversiones. En concreto, el estudio dice que 6 de cada 10 consultados evalúan que la situación del país para realizar desembolsos “es mejor que la del año pasado” mientras que 7 de cada 10 esperan un 2018 todavía más favorable.

Previsiblemente las mejores opciones para esos empresarios son el dólar y los plazos fijos pero la pregunta del millón es qué va a pasar con la economía real.

Según la Agencia Argentina de Inversiones la llegada de fondos a la economía argentina subió este año, acompañando la presión para propiciar las reformas tributaria, laboral y previsional, el tridente al que se encaminan todas las naves del macrismo para atacar después de las elecciones de octubre.

Brasil siempre en agenda

Como indicador de esa presión, siguen activos los discursos que toman las reformas que está implementando el gobierno de Brasil como referencia a seguir en el ámbito local. Aunque los funcionarios oficiales hacen fila para rechazar “una reforma laboral a la brasileña”, algunos sectores privados no abandonan la tesis y se siguen preguntando qué hacer con el socio número uno del país.

Por caso, el politólogo y consultor, Julio Burdman, aseguró en un artículo que escribió para la consultora Analytica que las iniciativas políticas del gobierno de Michel Temer representan “un desafío enorme para la Argentina”.

El qué hacer con el vecino será un tema que promete largas horas de discusión en la agenda de foros privados que restan este año y que tiene entre sus puntos más salientes al Coloquio de IDEA, que se realizará en octubre en Mar del Plata; la Conferencia Industrial, en noviembre, y la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en diciembre, en Buenos Aires.