El nuevo año que arranca mañana trae expectativas a la baja en buena parte de la población, preocupada por la posibilidad de que no haya un rebote económico, o que este sea lo suficientemente leve como para impedir una recuperación del poder de compra de los salarios (ver nota principal).
La falta de expectativas no es caprichosa. La infografía que acompaña esta nota expresa las experiencias vividas en este 2016, que se caracterizó por decisiones gubernamentales que liquidaron hasta 200 mil puestos de trabajo, redujeron hasta en 10 puntos porcentuales al salario real y llevaron los precios a su mayor nivel de inflación en 25 años.

De allí que los bolsillos populares estarán atentos en 2017 a una serie de hechos. A continuación, una descripción de algunos de ellos:

Salarios

Perdieron entre cinco y diez puntos porcentuales respecto de la inflación en 2016, con lo que se cayó la capacidad de consumo de los asalariados. La causa principal fue la política oficial de pisar las paritarias, impidiendo la actualización de los valores negociados. Hay que tener en cuenta que las paritarias no sólo valen para los trabajadores bajo convenio, sino que también influyen en los empleados no registrados al arrastrar el mínimo vital y móvil y establecer nuevos pisos mínimos. La situación de 2017 estará marcada por la pulseada entre un gobierno que pretende subas del 18% (acuerdo en Buenos Aires) y la necesidad de los asalariados de recuperar la capacidad de compra.

Tarifas

Se convirtieron en el eje de la protesta social en agosto, especialmente cuando los valores incluidos en las boletas de gas comenzaron a llegar a los hogares. Hubo denuncias de aumentos que superaban el 2000 por ciento. En 2017 no habrá subas de ese nivel, pero sí confluirán los aumentos de los distintos servicios públicos: gas y electricidad, que ya tienen una hoja de ruta prevista (ver página 18), y agua y transporte público, sin un esquema planteado aún, pero con la seguridad de que habrá subas.

En el caso de las tarifas de los servicios no regulados, ya hay anunciada una suba de la medicina prepaga para febrero próximo. Los bancos y la telefonía celular también tienen previstos aumentos por sus servicios y se espera que los colegios privados aumenten sus cuotas entre enero y febrero.

Precios

La inflación de 2016 será más elevada que la de 2002, cuando la Argentina estalló y salió de la Convertibilidad. El gobierno encomendó al Banco Central la tarea de aminorar la suba de los precios. Federico Sturzenegger, titular de la autoridad monetaria, asegura que en 2017, la inflación oscilará entre el 12 y el 17 por ciento. Pero en la conferencia de prensa de ayer, el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, se consoló con un alza cercana al 20%, mientras que el consenso de consultoras que el BCRA consulta para elaborar sus pronósticos planean un poco arriba del 20 por ciento.

Empleo

La pérdida de puestos de trabajo llevó el desempleo del tercer trimestre de 2016 al 8,5% con picos del 10% en el Gran Buenos Aires y con un 33,8% de trabajadores no registrados. Según quién lo mida, los puestos de trabajo perdidos en 2016 pueden ser 150 mil o 200 mil entre los del sector público y el privado. El gobierno nacional apuesta a la lluvia de inversiones impulsar el empleo, pero éstas, como dijo el ministro de Finanzas, Luis Caputo, ayer, tardarán en plasmarse y difícilmente sean un factor de creación de empleo en 2017. El gobierno no ha explicado qué va a hacer para motorizar el empleo. El economista Eduardo Curia (ver página 9) opina que la baja de costos laborales (ofertismo laboral lo llama) no incentiva a las empresas a generar nuevo empleo. Habrá que ver cómo resuelve la principal preocupación social del año que inicia. «