Las empresas que cotizan en la Bolsa porteña perdieron alrededor de la mitad de su valor en el último mes, tras la fuerte derrota del oficialismo en las elecciones primarias y la impresión de que puede haber un importante cambio en la política económica. Así dieron forma al Agosto negro, que quedará en los anales del sector por los records negativos sufridos.

El índice S&P Merval, que involucra a las acciones con mayor movimiento en las operaciones, cayó 41% durante el mes de agosto y cerró en 24.608 puntos. Pero a ello se sumó la desvalorización en moneda fuerte, como consecuencia de que el dólar subió más de 30 por ciento. Según un estudio realizado por el diario especializado Ámbito Financiero, el valor de las empresas incluidas en ese índice era de U$S 39.722 millones, según la cotización de sus acciones al 9 de agosto. El último viernes, la misma cuenta arrojaba U$S 17.353 millones, con una desvalorización de 56% en tan sólo tres semanas.

Según el análisis, los que lideraron la caída fueron los bancos, que se podrían ver muy perjudicados si cesa la actual operatoria de prestar dinero al Banco Central a tasas reales altísimas. Les siguen las compañías energéticas, que hasta el momento tenían tarifas dolarizadas y que corren el riesgo de perder ese beneficio si se produce un cambio de gobierno.

A lo largo del mes, los bonos argentinos cayeron 55% en promedio. De esa manera, el riesgo país (un índice que elabora la agencia JP Morgan considerando la tasa de retorno de esos bonos en el mercado abierto y su comparación con los del Tesoro estadounidense) terminó en 2532 puntos, nivel que no se veía en el país desde la crisis de 2001. Los números se agravaron a partir de los anuncios del gobierno sobre un default de las letras de corto plazo y la consecuente decisión de las calificadoras Fitch y Standard & Poor’s de colocar a la Argentina en categorías de default restringido y selectivo.  «