El arduo debate por el bono de fin de año sigue calentando el escenario de cara a fin de año. Luego de que las empresas salieron a desconocer el acuerdo al que suscribieron con los gremios en presencia de las autoridades nacionales, un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) asegura que para compensar la caída del poder adquisitivo los pagos extraordinarios deberían superar los $ 6000 en el caso de los empleados públicos y rondar los $15 mil en el ámbito privado.

El resultado plantea números muy lejanos al bono de $ 2000 que negociaron en la mesa de diálogo los empresarios, el gobierno y los sindicatos de la CGT y que los referentes del sector privado desacreditaron antes y después de la firma.

Para abordar el panorama del sector privado el informe del CEPA destacó cinco convenios colectivos: el metalúrgico, el mercantil, el de la construcción, el de los trabajadores gráficos, y el de los gastronómicos.

En el primer caso, asegura que para empatar el poder adquisitivo de 2015, los metalúrgicos deberían cobrar en diciembre un bono de $ 14.867,60. En tanto, los trabajadores de comercio deberían percibir un cobro extraordinario de $ 12.975,08. A su vez, los constructores tendrían que cobrar un bono del $ 8962,81. Los gráficos, en tanto, demandarían el cobro de un bono de $ 10.416,49. Y por último a los gastronómicos les correspondería un plus de 13.435,71 pesos. 

Desde el CEPA, la politóloga y economista, Julia Strada, lamentó que “la cuestión salarial fue corrida de la agenda (política y mediática) pero sigue presente en el orden sindical y como necesidad de los trabajadores. La enorme cantidad de conflictos por reapertura de paritaria se extiende incluso a octubre”, señaló. 

Por otro lado, sumó Strada, el problema del empleo “fue deliberadamente ‘pateado’ a marzo de 2017, con el frágil acuerdo gobierno – empresarios que ya se demostró que en su primera versión no funcionó”. 

La especialista criticó que en el contexto de la discusión de la emergencia social como esquema de contención y la cuestión de Ganancias “que el bono no se pague o se pague en un nivel inferior e insuficiente para compensar poder adquisitivo no es menor, sobre todo porque fue hace un mes la llave para agotar la discusión salarial”.  

En el caso de los que cobran la jubilación mínima, el informe añade que para igualar el poder de compra del año pasado los beneficiarios deberían recibir en diciembre un bono de $ 906,84. A la par, de acuerdo al cálculo que presenta el informe sobre la base de datos de la Anses, el IPC porteño y el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central, la jubilación promedio quedará a fin de año un 13,68% por debajo de su poder adquisitivo. En este caso, para compensar el poder adquisitivo de diciembre de 2015, el bono debería ser de $ 1270,28.  

En el transcurso del año las empresas lograron que pese al marco inflacionario que se potenció en la administración macrista los gremios de la CGT evitaran ceder a la presión para reabrir las paritarias a fin de año como reclamaban importantes sectores del ámbito laboral. Pero además, una vez que se consumó ese primer objetivo, consiguieron que el gobierno nacional y la alta dirigencia sindical consintieran que el bono de fin de año no tuviese carácter obligatorio para la patronal.

Pese al mentado «diálogo» tripartito, las empresas en primer lugar se negaron a rediscutir los salarios, después le quitaron entidad al bono con el argumento de que no había una capacidad general para poder complir con lo pautado y, por último, rechazaron el compromiso que firmaron para que no haya despidos hasta marzo.

De acuerdo al informe del CEPA, los petroleros están al tope de los que más poder adquisitivo perdieron, con un 13% abajo debido a un aumento salarial del 27,8% entre julio de 2015 y julio de 2016 a la par de una inflación del 46,9% en el mismo tramo. Los camioneros, encargados de edificios y estatales sufrieron pérdidas del 10% en sus poderes de compra. Sanidad y gastronómicos sufrieron pérdidas del 8,4% y 8,75% en la capacidad de compra. 

“El grupo de convenios negociados en los meses de abril y mayo (metalúrgicos, papeleros, comercio, construcción, gráficos y alimentación) registró caídas de poder adquisitivo menores (entre 3 y 5%) dada la menor cantidad de meses de alta inflación coincidentes con la paritaria”, señaló el CEPA.