La meta pautada con el FMI para este año en lo que se refiere al déficit fiscal marca un 1,9% del PBI. Según informó el ministerio de Economía, hasta el octavo mes del año, el déficit acumula una cifra de 2,2 billones de pesos que representan el 1,3% del PBI proyectado para el presente año.

Los números de agosto resultan coherentes con los objetivos anuales en la medida en que se registró una marcada reducción del déficit en particular por una merma en el gasto y una mejora en la recaudación impositiva de la mano de la ampliación de la base impositiva del impuesto PAIS.

Por ese motivo es de esperarse que el gobierno pueda transitar la revisión del mes de septiembre con relativa tranquilidad aunque deberá explicar de qué manera pretende compensar la merma en la recaudación que sobrevendrá como resultado de las medidas tomadas por el ministro de Economía en el mes de septiembre que tendrán un fuerte impacto en la recaudación impositiva de la mano de una caída del Impuesto a las Ganancias y de una masiva devolución del IVA.

Según indicó el Palacio de Hacienda, hasta la fecha, la sequía que azotó al campo y las exportaciones impactó sensiblemente en la recaudación por retenciones que estimaron en 1 billón de pesos. Desde la cartera liderada por Sergio Massa señalaron que, de no haber mediado esa contingencia, a la fecha las cuentas nacionales mostrarían una mejora del déficit del orden del 0,6% del PBI.

Por la sequía se perdieron retenciones por un billón de pesos.

Para lograr ese objetivo, el Palacio de Hacienda aplicó un recorte sensible del gasto que estimaron en el orden del 8,5% en términos reales. Es que los 3 billones de pesos que el sector público gastó durante los primeros ocho meses del año representan una suba del 105% en términos corrientes que redundan en esa cifra en términos reales cuando se los deprecia por inflación.

Del otro lado, se produjo un incremento sensible de la recaudación que, en términos reales, implicó una mejora del 5,2%. La suba surge a partir del impacto del decreto 377/23 del 25 de julio y que implicó una ampliación de la base imponible del impuesto PAIS que, a partir de entonces, grava un gran número de bienes importados. De hecho, en agosto, ese impuesto mostró un incremento interanual del 506% y fue fundamental para cortar una racha de 7 meses consecutivos de caída en la recaudación en términos reales. Para dar cuenta del impacto, Ecolatina destacó que el impuesto PAIS “pasó de representar menos del 2% de la recaudación nacional a más del 5%”.

El esqueleto de la recaudación y el gasto

Según el análisis del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) “los demás ingresos tributarios mantienen un sólido ritmo de crecimiento, con la excepción del impuesto a las Ganancias (-6%) y los Derechos de Exportación (-43%)”. En detalle, señalan, “destaca, en particular, el IVA, que muestra un crecimiento de 19%, y los aportes a la seguridad social, que crecen 5% en términos reales. Incluso los ingresos por Derechos de Importación muestran un buen desempeño, con un crecimiento real de 6%”.

Del lado de los recortes que habilitaron una mejora en el saldo fiscal se destaca una caída muy sensible en los subsidios energéticos y del transporte que marcaron un retroceso en términos reales del 23% por un lado y un recorte del 30% en términos reales en los ítems de asignaciones familiares y asignación universal por hijo (AUH). También mostraron un ajuste sensible las pensiones no contributivas (-9%) y las jubilaciones y pensiones contributivas que lo hicieron en un 5%.

Ajuste en obra pública

Pero el ajuste también se verificó por el lado de la inversión pública. Los gastos de capital en general se contrajeron un 34% como resultado de un ajuste del 71% en términos reales para el sector energético y del 10% en aquellos destinados a educación. Los ítems de inversión pública en vivienda y en obras de acceso al agua potable y el alcantarillado crecieron un 13% y un 20% respectivamente. Según el análisis de CEPA, esa contracción en el sector energético se explica en particular por “la alta base de comparación de la inversión real directa energética por el comienzo de los trabajos para la realización del gasoducto Néstor Kirchner en agosto de 2022”.  

La culminación del gasoducto Néstor Kirchner permitió reducir la inversión pública en energía en un 70%.

Cumplir o no cumplir

El resultado fiscal del mes de agosto, en términos estadísticos, permite proyectar el cumplimiento de la meta pautada con el organismo internacional y superar adecuadamente la tercera revisión pautada con el FMI.

Sin embargo, las medidas adoptadas en el mes de septiembre que implican una sensible merma en la recaudación fiscal hasta fin de año, siembran un manto de dudas. Para el CEPA “la situación resulta más compleja si consideramos las recientes medidas de alivio fiscal. Estas medidas, en conjunto con la dinámica histórica, ponen en duda la viabilidad de alcanzar la meta establecida”. Es que, además, destacan desde el CEPA, el mes de septiembre resulta históricamente deficitario. En términos concretos, indican, mientras el saldo restante para el mes implicaría tolerar un déficit de casi $84 mil millones, en promedio, desde 2017 a 2022, septiembre mostró un saldo negativo de $390 mil millones a valores actuales.

Para la consultora Ecolatina, “de cara a los últimos meses de 2023, vemos poco factible que el Gobierno contenga el rojo primario en la medida necesaria como para cumplir con la meta fiscal pactada con el FMI del 1,9% del PIB. Si bien la ampliación del Impuesto PAIS y le aceleración inflacionaria reciente jugarán a favor del fisco, estimamos que el paquete de medidas fiscales anunciadas en las últimas semanas presionará sobre el Gasto Primario en la medida suficiente como para desviarse del sendero de consolidación fiscal”.

Hacia 2024, además, el compromiso asumido con el FMI implica un ajuste de un 1% adicional al 1,9% pautado para el 2023.

El Presupuesto presentado por el gobierno asume el cumplimiento de la meta del 0,9% pero sin considerar la merma de ingresos que provocaría la aprobación del proyecto de derogación del impuesto a las ganancias sobre la cuarta categoría ni la devolución del IVA que, de cualquier forma, tiene fecha de vencimiento pautada para el último día de 2023.

Para Ecolatina en el Presupuesto 2024 “el Gobierno plantea simultáneamente tanto una mejora en los ingresos como un mayor recorte sobre el gasto. Por el lado de los recursos, la normalización de la cosecha del agro permitiría un incremento del 0,8% del PIB en la recaudación por Derechos de Exportación, lo cual más que compensaría la reducción de otros ingresos”, mientras que, “con relación a las erogaciones, el ajuste sobre el Gasto Primario recaería principalmente sobre el recorte en Subsidios Económicos: el gasto destinado al Transporte y la Energía sufriría una caída de 0,5% del PIB en 2024”.