«Estimamos que con las subastas que estamos llevando adelante, el impacto en las tarifas de gas domiciliario será cómo máximo del 30% para este año, y probablemente llegue a ser menos que ese porcentaje», aseguró el viernes pasado el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, en rueda de prensa brindada en el Palacio de Hacienda.

No sería esta la primera vez en la presidencia de Mauricio Macri que el funcionario a cargo del área de Energía adelante un número que a la larga resulte menor al aumento que finalmente se concreta.

En esta oportunidad, la diferencia estaría en los precios que surgieron de la licitación del gas para la distribución del fluido a los clientes finales. El promedio fue de 4,62 dólares por la unidad de medida (el millón de BTU, o MBTU). A ese valor del gas, el aumento en la tarifa que pagan las familias puede alcanzar o superar el 40 por ciento.

Javier Iguacel, horas antes de dejar la Secretaría de Energía, había anticipado un aumento en la tarifa del gas en torno al 35%, promedio.  Para que el 30% que vaticina Lopetegui se hiciera realidad, el gobierno necesitaba que de la licitación surgiera un precio promedio inferior a los 4 dólares por MBTU. El resultado ha sido un 18,5% mayor a lo esperado.

La influencia del precio del gas al por mayor (conocido como gas en boca de pozo o PIST) sobre lo que paga el usuario final varía entre el 40 y el 60% según el momento. Calculado en el 50%, a la suba del 30% esperada por el gobierno habría que agregarle un 9,25% más (la mitad de 18,5). Así las cosas, el aumento promedio rondaría el 39 por ciento.

Pero esto no es todo. Para cubrir por completo la temporada de invierno, las distribuidoras necesitarán comprar mucho más gas. Según publicó el sitio Econojournal, que citó a dos de las distribuidoras más importantes, la subasta apenas alcanzaría para cubrir entre el 7 y el 12% de la demanda invernal. El resto deberán comprarlo a un precio desconocido en el mercado de contado, por lo cual la suba podría superar el 40 por ciento.

«Las distribuidoras de gas ya acordaron la mayor parte de la compra de gas con privados. Hay que ver qué dicen en la audiencia pública del 26 de febrero», advirtió a Tiempo Andrés Repar, ex vicepresidente del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) y actual coordinador del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO). Para Repar, los U$S 4,62 surgidos de las licitaciones «es una brutalidad. Es un contubernio entre el gobierno, las distribuidoras y las productoras, en ausencia de los usuarios, que van a ser los únicos perjudicados», alertó.

Uno de los puntos más oscuros de la política tarifaria del macrismo es la falta de transparencia a la hora de explicar los costos de producción de las empresas. Los libros de las empresas nunca fueron exhibidos y no hay manera rigurosa de saber si los valores que pretenden son razonables o no. Además, el gobierno resolvió una quita de subsidios a la producción de gas en Vaca Muerta producto del acuerdo con el FMI. Repar especula con un posible acuerdo compensatorio. «Puede ser parte de la negociación con Techint. Aceptaron la baja del estímulo, donde perdieron más de 300 millones de dólares, y ahora les vuelve el dinero por otro lado. Cuesta encontrar otra explicación porque ponen un precio que no tiene ninguna relación con los valores internacionales», analizó, y agregó: «El precio internacional del petróleo no subió; sigue en U$S 60 el barril. El dólar también está planchado, el valor de la mano de obra local sube por debajo de la inflación y a nivel interno no hay movimiento. Entonces, ¿de dónde salen estos precios? Es una maniobra ilegítima y abusiva contra los usuarios y contra la producción del país».

Para el especialista, «la producción de gas debería estar regulada, en Precios Cuidados, y auditarse seriamente porque nada de lo que cobran está vinculado a costos y beneficios razonables ni a la competitividad. La industria argentina no es competitiva con estos precios de gas», finalizó.

Durante el gobierno de Mauricio Macri, entre 2016 y 2018, los precios de la factura de gas se elevaron en un 3008%, promedio. De aumentar en un 40%, el porcentaje de aumento promedio total sería de 4211%. «