El grupo empresario que gestiona la editorial Publiexpress y la imprenta gráfica IPESA había anunciado su intención de cerrar la planta esta semana, según lo denunciaron sus trabajadores el martes. Sin embargo, los telegramas de despido no habían sido enviados y, por la noche, se conoció el DNU que prohíbe los despidos durante 60 días.

Por la mañana del miércoles 1° de abril, con el decreto publicado con fecha del día anterior, la empresa hizo saber a sus trabajadores que, independientemente del análisis fino acerca de si el carácter no retroactivo del mismo inviabilizaba su intento de cierre, desconocería la disposición y procedería al despido de todos los empleados.

Según un comunicado que dio a conocer el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), el empresario Eduardo Lerner “con la prepotencia que lo caracteriza y en un tono de corte mafioso, amenazó a los trabajadores con que si no aceptaban sus reglas provocaría una quiebra fraudulenta para no pagar las indemnizaciones”.

Al mismo tiempo, los trabajadores pusieron de relieve que “no hemos sido notificados legalmente de ningún despido al día de la fecha y nos mantenemos en nuestros puestos de trabajo” y que, en virtud del decreto 329/20, “todo despido notificado con posterioridad al 31 de marzo es nulo”.

Así las cosas, por la tarde se conoció una resolución del Ministerio de Trabajo que, en virtud de las disposiciones oficiales vinculadas tanto con los decretos de aislamiento social obligatorio como por el flamante de prohibición de despidos, dispuso una conciliación obligatoria por un período de 15 días, intimando a la patronal a que “en caso de haber efectuado los despidos denunciados los deje sin efecto” y retrotrayendo la situación existente con anterioridad así como al otorgamiento de tareas a sus empleados.  

Con todo, a las 21 horas del miércoles la empresa no se había comunicado con los delegados ni con los mandos editoriales para dar instrucciones. Mariano Caruso, uno de los delegados de los trabajadores manifestó a Tiempo que “esperaremos hasta mañana y, si no tenemos el servr para trabajar desde casa habilitado, lo consideraremos como una violación de la conciliación obligatoria por parte de la empresa».

El de editorial Publiexpress es el segundo conflicto por despidos producido previo al decreto en el cual el Ministerio de Trabajo interviene dictando una conciliación obligatoria. Una medida que, por el momento, no implica un encuadramiento con lo dispuesto en el DNU, que tampoco hace referencia explícita a qué política implementar en el caso del cierre de una empresa.