Desde que el presidente Alberto Fernández le declaró la guerra a la inflación, el 18 de marzo, los precios no hicieron otra cosa que aumentar descontroladamente.

En la cuarta semana del mes que acaba de concluir, a partir del lunes 21, los alimentos se incrementaron un 2,89%, con especial preponderancia de lácteos (5,5%), condimentos (4,5%) y carnes (4,2%). Con ese número, el promedio general mensual de alimentos y bebidas superó el 5%, según el informe semanal de la consultora LCG.

En la quinta semana del mes, a partir del lunes 28, la misma fuente midió una inflación alimenticia del 0,02%. Ese número supone una desaceleración respecto de la cuarta semana, pero el promedio acumulado mensual dio un 6,3%, por encima del registro de febrero.

La escalada tiene todas las características de una respuesta contundente del mercado, que después del anuncio presidencial se autopercibió como el enemigo señalado y en los primeros tres días de «guerra» respondió con subas que promediaron el 15%, según informó a la prensa el propio secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.

Todo sazonado con el impacto de la guerra, esta vez la verdadera, de Rusia y Ucrania, en el comercio internacional. Con todo, la primera acción de la «guerra contra la inflación» se dio días atrás, con la reunión que mantuvieron los ministros Matías Kulas (Desarrollo Productivo), Claudio Moroni (Trabajo) y Martín Guzmán (Economía y anfitrión) con la cúpula de la CGT, con Héctor Daer presente, y la Unión Industrial, con Daniel Funes de Rioja a la cabeza. De allí surgió un comunicado que preanuncia de manera difusa que podría haber algún tipo de acuerdo de precios y salarios en un futuro próximo.

Aumentos todos los días

Cuando Feletti consignó esos números, el 23 de marzo, anunció también el lanzamiento de una versión de +Precios Cuidados para los negocios de cercanía, almacenes y autoservicios de barrio, incluyendo los de la colectividad china.

Pese al recrudecimiento de la inflación en las dos semanas mencionadas, la convocatoria a las empresas para tratar esa lista de precios demoró ocho días. El encuentro se hará mañana. El llamado se hizo recién el jueves último, según confirmó Tiempo con dos referentes invitados. En ese lapso los mayoristas enviaron listas con aumentos todos los días, de acuerdo a los relatos de los comerciantes minoristas.

Este último dato supone un problema extra para Comercio Interior porque los negocios que venden al público avisan de antemano que el éxito de +Precios Cuidados de cercanía dependerá de que se asegure una diferencia del 25% por encima del precio mayorista.

Como los mayoristas aumentaron constantemente en las últimas dos semanas, ese piso llegará a la mesa de negociación por encima del que era cuando Feletti anunció el lanzamiento del plan.

Entre otros, los almaceneros hablaron de aumentos del 9% en lácteos y de una especial inestabilidad en precios de harinas. En la previa, la opinión de los comerciantes es que el programa tendrá dificultades para controlar la inflación si no se aseguran medios adicionales para contener los precios que suben por fuera de las listas acordadas.

Los autoservicios no fueron convocados para la reunión de mañana, según se pudo averiguar. Sin embargo, consideraban una posible convocatoria para unos días después.

Sin milagros

Antes que a los mayoristas, hay que prestar atención al eslabón fabril, que tiene detrás suyo a los abastecedores de insumos que, a su vez, están impactados por las subas de los precios internacionales de las materias primas. 

Consciente de la complejidad de la película, Feletti admitió esta semana en una entrevista con Radio con Vos, que no es capaz de milagros.

No obstante, logró un compromiso de las grandes alimenticias para retrotraer precios de 1700 productos a los niveles del 10 de marzo y les informó que la intención oficial es que las cuatro canastas que impulsa estén «disponibles en todo el país». Ese conjunto, además del +Precios Cuidados de cercanía, está compuesto por el +Precios Cuidados para las grandes cadenas de supermercados, y las canastas de carnes y verduras que se vienen negociando con las empresas de esos sectores. Comercio Interior también les llamó la atención por casos de desabastecimiento de productos en los comercios.

Mientras tanto, las industrias en general incrementaron sus quejas por faltantes de materias primas por problemas con el régimen de importaciones, que se suman al cuadro de inestabilidad que coinciden en señalar empresas grandes y pymes. «