En la previa del 7 de junio, más de dos mil periodistas, desde una enorme diversidad sectorial, política e ideológica que muestra la representatividad lograda por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), solicitamos al Poder Judicial celeridad en la resolución del trámite definitivo por la Personería Gremial para la actividad de prensa en Buenos Aires. Además, el martes nos movilizaremos a la puerta de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Porque es urgente. No podemos esperar más. El 45% de las trabajadoras y los trabajadores de prensa del AMBA tiene salarios por debajo de la canasta básica, desde hace años. Y para llegar a cubrir la comida, el techo y lo imprescindible para sus familias, más del 57% de nuestros compañeros y compañeras tiene dos o más empleos.

Este día del periodista se cumplen ocho años desde que los trabajadores y las trabajadoras de prensa fundamos el SiPreBA. Lo hicimos luego de un plebiscito masivo en las redacciones, tras años de entrega de la Utpba, un sindicato que supo representar al gremio a principios de la década del 1980 pero luego se degeneró, hasta convertirse en una herramienta para legitimar un ajuste brutal sobre los salarios y las condiciones laborales, firmando las peores paritarias año a año.

El 23 de enero el Ministerio de Trabajo otorgó la Personería Gremial al SiPreBA a partir de la cual nuestro sindicato debe ser quien represente a trabajadores de prensa en paritarias y negociaciones colectivas en general. Este trámite implicó un análisis minucioso de padrones, libros de actas, de afiliados y afiliadas, donde comprobamos legalmente lo que ya sabíamos desde la redacciones: que el viejo sindicato –la Utpba– no es más que un sello y que el SiPreBA representa a las y los trabajadores de prensa en diarios, revistas, portales, agencias, radios y canales de televisión.

Pero la Utpba, con la presión de las cámaras de medios del sector, presentó un recurso en el Poder Judicial para dilatar. En un contexto altamente inflacionario como el actual, esta demora es criminal. Todos los días, quienes trabajamos en prensa seguimos perdiendo poder adquisitivo y calidad de vida, a causa de este sello que negocia paritarias de espaldas, sin asambleas ni acciones gremiales. Así, desde hace casi una década, en Prensa no hay una paritaria transparente y razonable como en cualquier otra actividad. Eso genera una pérdida salarial dramática, que afecta a quienes estamos bajo convenio pero también a todo el periodismo, degradando el oficio y afectando el derecho a la comunicación, imprescindible para la democracia. «