Ventas generalizadas. Con estas dos palabras, un operador financiero describió lo que sucedió este martes: inversores y especuladores vendiendo sus activos en pesos para quedarse con el efectivo en la mano o directamente pasar a comprar dólares en alguna de sus variantes: efectivo, futuro o fuga.

Los resultados de este comportamiento de un tipo parecido a un pánico son malos. El Banco Central vendió 302 millones de dólares pero no pudo evitar que el valor de la divisa subiera hasta $ 58,66. Al mismo tiempo, el riesgo país superó los 2000 puntos básicos.

Las ventas masivas se producen luego de que tanto las acciones como los bonos ya perdieran un 35% de su valor desde el 12 de agosto. Es decir, los inversores siguen vendiendo sus tenencias así pierdan un tercio de su capital.

La magnitud de las ventas motivó mil y una versiones, especialmente una que dice que este miércoles las cosas podrían empeorar. Es que en 24 horas cierra la licitación de Letras del Tesoro (Letes) por 1600 millones de dólares, de los que 900 millones están en manos privadas. Se espera que estos inversores no renueven estas tenencias y reclamen los dólares. Esa sería una señal de las dificultades que tendrá el gobierno de acá en más para pagar la deuda pública.

Tras el cierre de las operaciones financieras, el gobierno citó una reunión de urgencia en Casa Rosada. Encabezada por el presidente Mauricio Macri, fueron de la partida el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y los dos funcionarios sobre los cuales pesa la responsabilidad económica y financiera: el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el titular del Banco Central, Guido Sandleris.

El candidato a vicepresidente por el oficialismo, el peronista Miguel Ángel Pichetto, señaló en una entrevista con radio Mitre –realizada a la misma hora que se producía la reunión en Casa de Gobierno- que tras el encuentro “habrá anuncios” en materia económica.

En el ambiente financiero se señalaba que el gobierno “carece de herramientas técnicas” para evitar la corrida hacia el dólar. “Sandleris ya dijo que la tasa de interés no tiene techo, pero está visto que eso ya no mueve el amperímetro”, señaló un operador consultado.

El operador, al igual que sus colegas, descarta la aplicación de medidas de fuerza mayor, al estilo de la imposición de límites a la salida de capitales o al retiro de depósitos en dólares de los bancos. “Nada de eso está en la mira”, subrayó.

Pero aceptó que “se diluye el poder político del gobierno” y que ello redundaría en mayores corridas.

El gobierno culpó al candidato opositor Alberto Fernández de la corrida del martes. “Una declaración de Alberto Fernández le costó al país 300 millones de dólares”, golpeó el ministro de Producción, Dante Sica.

Sica hizo referencia al entredicho que el lunes cruzó a Fernández con la misión del Fondo Monetario que está en la Argentina y encabeza Alejandro Werner. El Fondo desmintió una versión periodística que transcribía un diálogo en el que sus funcionarios aparecían buscando una salida anticipada de Macri del poder.

A pesar de las desmentidas, quedó flotando en el aire la sensación de que el poder político de Macri se diluye con el paso de los minutos. La corrida financiera de este martes sería una confirmación de esta posibilidad.