Con la fe como elemento central, una obra se propone analizar la existencia de dios desde múltiples ángulos. Sin perder a la risa en el camino Amado hermano, la obra dirigida por Aníbal Gulluni, propone un abordaje sensible sobre una historia donde la espiritualidad está netamente presente y a la vez instala la posibilidad de poder reflexionar sobre ciertas articulaciones religiosas.

Sobre el escenario de Vera Vera Teatro (la obra puede verse todos los viernes desde las 22:30 en Vera 108, pleno barrio de Villa Crespo), un grupo de fieles evangelistas son dirigidos en su fe de la mano del pastor centroamericano Eber Colmenares, que desembarca en Miramar para darle vida a un nuevo templo religioso. En un contexto decididamente adverso para ofrecer su discurso y para captar nuevos fieles, nada será fácil para el pastor y los recién llegados, fundamentalmente porque los problemas no tardarán en aparecer y al mismo tiempo emergerán diversas situaciones que pondrán a prueba la fe de varios.

“Esta es una de esas obras que por obra y gracia de la pandemia iba a pasar a la clandestinidad, pero finalmente pudimos estrenar en noviembre del año pasado. Habla de la fe, y la verdad es que hubo que tener bastante de eso para mantener a este proyecto a flote, sobre todo porque siempre están volviendo a aparecer estados de alerta, nuevas olas pandémicas o sobresaltos con la aparición de algún resfrío. Pero más allá de eso, tener la posibilidad de estar sobre un escenario con un tema como este es un gran momento para nosotros”, dice Aníbal Gulluni sobre los pasos que está dando Amado hermano en 2022.

Más allá de la seriedad que siempre trae aparejada la temática de la religión, lo cierto es que hablar de esta obra es hacerlo desde un punto de vista divertido. “Yo tengo que decir que lo que esta obra representa es a la comedia”, afirma Gulluni antes de desarrollar un concepto. “De todas formas, soy de los que piensan que las clasificaciones reducen la experiencia que en este caso tiene que ver con lo religioso. Que sea una comedia no significa que sobre el escenario nos burlamos de algo, sino que queremos tratar de reflejar la complejidad de la existencia. A mí me gusta reírme, y me parece que la risa también puede ser algo no frívolo sino lleno de vericuetos que permite reflexionar y dimensionar a la realidad de una manera alternativa”.

El origen iniciático de Amado hermano encuentra su génesis en la calidad de los actores con los que trabajó el director, pero también con los recorridos creativos que emergen de esas situaciones. “En general, la manera que tengo para crear con los grupos en los que trabajo es apoyarme mucho en las temperaturas de las actuaciones y en los registros”, sostiene Gulluni. Y continúa: “Los actores tienen un lugar a los que les resulta más fácil ir. Siempre tuve una gran inquietud religiosa a pesar de haber sido formado en el opuesto de lo que menciona la obra, y creo que por eso mismo lo que está del otro lado me generó fascinación. Siempre me llamó la atención las cosas que se pueden hacer en nombre del otro mundo, pero también el nivel de engaño, la convicción o lo noble de los impulsos religiosos. La espiritualidad también es importante porque es una fuerza misteriosa a la cual yo le rindo alguna forma de devoción.”

El evangelismo y sus prácticas son centrales en la obra. Con eso en mente, Gulluni realizó un extenso trabajo de campo para reflejar situaciones habituales de ese grupo religioso: “El trabajo que se realizó tiene que ver con la inquietud y la fascinación del tema. Me ayudó mucho conocer a un pastor de nombre Cash Luna, que es de Guatemala. El tipo es un gran showman y actor, sin embargo, hay otros evangelistas a los que les ves demasiado rápido el truco y no te hacen entrar en la emoción. Comencé a investigar mucho, a leer la biblia inclusive, y la verdad es que es un mundo que cuando se deja de lado lo racional termina siendo fascinante porque tiene un montón de resonancias. El pastor de nuestra obra es personificado por un actor venezolano, inclusive ese factor beneficia mucho a su rol y a las características esenciales de la propuesta.”

Amado hermano

Director: Aníbal Gulluni. Actúan: Rebeca Bassan Lucero, Juliana Bossio, Paula Carrasco, Valentina Durante, Moro Parodi, Yemina Rodríguez, Ale Rumbos, Ramiro Sabbatella. Vera Vera Teatro, Vera 108, CABA. Funciones: viernes a las 22:30.