Pasan los años, las modas, los virus y Sepultura sigue resistiendo y desafiando el qué dirán. Hubo un tiempo en el que la banda de Belo Horizonte (Minas Gerais, Brasil) brillaba como pocas. Discos como Arise (1991) Chaos A.D. (1993) y Roots (1996) los pusieron en lo más alto de la consideración general y hasta flotaba la sensación de que podrían convertirse en los nuevos Metallica. La épica de que un grupo surgido del corazón de Brasil pudiera conquistar el mundo potenciaba todavía más las expectativas. Pero cuando nadie lo esperaba llegó el colapso: la partida abrupta y repleta de acusaciones cruzadas del cantante Max Cavalera conmovió la estabilidad de la banda y descolocó a muchos fans. Pasaron casi 25 años de aquella crisis y, contra viento, marea y el enojo de unos cuantos, el guitarrista y compositor Andreas Kisser logró mantener a Sepultura vivo. Con el estadounidense Derrick Green en la voz, el cuarteto lanzó ocho discos y concretó múltiples giras internacionales. Y hace pocos días editó Sepulquarta, un álbum en el que repasan clásicos y no tanto con más de veinte invitados.

Sepulquarta no es un disco más para Sepultura. Funciona como una suerte de celebración de la obra del grupo con el apoyo de músicos de todo el mundo. Pero también es una “prueba de vida” en plena pandemia para una banda que hizo de tocar en vivo su modus operando y de repente se vio imposibilitado de hacerlo. “Este disco no estaba en los planes de nadie –confiesa Andreas Kisser–. Nosotros lanzamos Quadra en 2020, estábamos listos para salir de gira por EE UU y Canadá, y después nos íbamos a ir para Europa. Pero explotó el coronavirus y debimos cancelar todo. De repente no podíamos hacer lo que sabemos y más amamos: tocar en vivo. Para mantenernos unidos y no extrañar tanto decidimos hacer todos los miércoles un podcast, de ahí surgió el plan de grabar colaboraciones a distancia y acá estamos. Sepulquarta no es exactamente ni un disco de estudio ni uno en vivo. Es un formato nuevo con colaboraciones a distancia. Logramos convocar a un montón de músicos que en otro momento hubiera sido imposible encontrar disponibles. Así que es un disco que expresa muy bien este momento.”

La lista de invitados seguramente encenderá el entusiasmo de los corazones metálicos, curiosos y extrapartidarios. Incluye a David Ellefson (ex Megadeth), Scott Ian (Anthrax), Danko Jones, Phil Rind (Sacred Reich), Angélica Burns (Hatefulmurder), Mayara Puertas (Regurgimentação Necrovaginal Sangrenta), Fernanda Lira (Nervosa), Devin Townsend (SYL), Alex Skolnick (Testament), Rafael Bittencourt (Angra), Phil Campbell (ex Mötorhead) y Joao Barone (Os Paralamas), entre muchos otros. Acompañan Derrick Green en voz, Andreas Kisser en guitarra, Paulo Xisto en bajo y Eloy Casagrande en batería.

“Esto de la pandemia es malo para todo el mundo, nos impide hacer muchas cosas, pero intentamos tomar lo positivo. Estas grabaciones nos llenaron de entusiasmo. La tecnología y no estar de gira permitió que todo esto se hiciera realidad. Fue muy emocionante ver el entusiasmo y compromiso de todos. Nadie cobró dinero: lo hicieron por pura pasión. Son músicos de diferentes generaciones. Algunos que nos influenciaron y otros a los que nosotros influenciamos. Yo pensaba que Sepultura no podría vivir sin los escenarios, pero estamos más fuertes que nunca. Vivimos el presente y nos preparamos para el futuro”, puntualiza Kisser.

Sepultura nació en 1984 como una banda de death metal impulsada por los hermanos Max (guitarra y voz) e Igor Cavalera (batería). Pronto se encontraron con Paulo Xisto y a partir de “Schizophrenia”, el segundo disco del grupo, se incorporó Adreas Kisser. Esa es la formación emblemática de Sepultura, la que más aman los fans y la que construyó el legado más poderoso. Pasaron casi 25 años de distanciamientos públicos y privados, pero sus seguidores la siguen reclamando. La industria de la música se hizo generosa en regresos. Casi todas las bandas importantes y no tanto  que se separaron volvieron a reunirse –en forma definitiva u ocasional, por placer, necesidad o negocios–. Sepultura nunca lo hizo. Hoy los números dicen que Green va camino a cumplir 25 años como cantante de Sepultura y Cavalera apenas superó los diez. Pero…

“Es algo que yo entiendo y no me molesta que me pregunten –subraya el guitarrista y compositor–. Sepultura es algo muy grande. Hay muchos fans y cada uno tiene sus gustos, su etapa favorita. Pero todos son seguidores de Sepultura. Mi vida es en presente. No me interesa volver a situaciones que son del pasado. No hablo con Max, el contacto es vía abogados y empresarios por cosas del business, como reediciones, temas para videojuegos y bandas de sonido. Pero son cosas administrativas, digamos. A mí me interesa la música. Nunca haría un regreso por dinero. El pasado es lindo cuando ocurrió, pero no tiene sentido intentar repetirlo. No necesito trabajar con Max e Igor porque hoy somos personas muy diferentes. No los conozco como los conocía. Pasaron muchos años, hoy estamos en otro planeta. La vuelta no existe.”

Sepulquarta

  1. “Territory” (feat. David Ellefson).
  2. “Cut-Throat” (feat. Scott Ian).
  3. “Sepulnation” (feat. Danko Jones).
  4. “Inner Self” (feat. Phil Rind).
  5. “Hatred Aside” (feat. Angélica Burns, Mayara Puertas & Fernanda Lira).
  6. “Mask” (feat. Devin Townsend).
  7. “Fear, Pain, Chaos, Suffering” (feat. Emmily Barreto).
  8. “Vandals Nest” (feat. Alex Skolnick).
  9. “Slave New World” (feat. Matthew K. Heafy).
  10. “Ratamahatta” (feat. Joao Barone & Charles Gavin).
  11. “Apes Of God” (feat. Rob Cavestany).
  12. “Phantom Self” (feat. Mark Holcomb).
  13. “Slaves Of Pain” (feat. Fred Leclercq & Marcello Pompeu).14.“Kaiowas” (feat. Rafael Bittencourt).
  14. “Orgasmatron” (feat. Phil Campbell).