El próximo martes a las 22 TNT estrenará «Hugo Chávez, El Comandante», una serie producida en Colombia por Sony Pictures Television inspirada en la historia de quien fue presidente de Venezuela y una de las figuras más relevantes de Latinoamérica en el siglo XXI, en cuyo papel se verá al colombiano

Después del éxito de la serie “El Patón del mal”, Andrés Parra, el actor que llevó a la tevé a Pablo Escobar, interpretará a Hugo Chávez en “El Comandate”, cuyo primer capítulo se verá el martes próximo a las 22 por TNT.

En la serie, rodada en Colombia y que irá de lunes a viernes, se narrará -de manera ficcional, aclara la producción- los años de mayor repercusión pública de Chávez, desde que su irrupción pública a principios de los ’90 hasta su muerte, el 5 de marzo de 2013.

La expectativa y polémica levantada por esta producción llegó incluso al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien el último 15 de enero y en una alocución pública ante el Tribunal Supremo de Justicia de su país la llamó «basura» y convocó a guionistas locales a «reaccionar» y a crear otra opción que diga «la verdad profunda de un hombre gigante como Hugo Chávez».

La principal sospecha de Maduro sobre qué versión de Chávez se verá en «El Comandante» emana del hecho de que la serie es una idea original del escritor Moisés Naím, ministro de Fomento del ex presidente Pérez, quien resistió dos intentos de Golpe de Estado pero no a la Justicia de su país, que en 1993 lo relevó de su cargo imputado por malversación de fondos públicos.

Quizás sea por esas declaraciones o por la dimensión político-social que sigue teniendo para Latinoamérica Hugo Rafael Chávez Frías que Andrés Parra y el equipo de comunicación de la serie rechazaron todo tipo de «preguntas sobre política» durante el contacto con la prensa esta semana.

Si bien aseguró que no sintió «ningún tipo de conexión personal con el personaje, ni amor, ni odio, ni nada», sí admitió que sentía una «responsabilidad gigante». «Los personajes reales lo ponen a uno en muchos más problemas; con uno de la ficción las decisiones las toma uno y los directores, pero cuando es real hay un montón de expectativa de la gente, y si es famoso o un personaje histórico aún más», dijo respecto a su experiencia no sólo en el papel de Chávez sino en el del narcotraficante colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria en «Escobar, el patrón del mal» (2012).

«Entonces hay que tratar de parecerse lo más posible, la idea era tratar de ser lo más cercano posible a Hugo Chávez», explicó Parra, quien para preparar el rol afirmó que tuvo que «leer muchas biografías», «oír a Chávez eternamente» en grabaciones de sus discursos públicos, realizar un «trabajo con una maestra de voz para lograr encontrar dónde tenía colocada la voz» e incluso trabajó con una mujer de su familia que es psicóloga.

Con ella, con quien también trabajó para componer a Escobar, llevaron a cabo un proceso para determinar el «rasgo de personalidad del personaje, de comportamiento, de temperamento, de carácter, de reacción».

Otro factor fundamental para lograr el parecido, que Parra se preocupa de diferenciar de «una imitación», fue el maquillaje que busca el tono de la piel de Chávez y los elementos prostéticos con los que logra sus facciones.

En ese juego de representar a un hombre tan famoso, Parra se cuidó de «no caer en la caricatura del personaje», un desafío difícil por el espíritu histriónico de Chávez: «Era un tipo con un tremendo sentido del humor, era histriónico, teatral, transgresor, no le gustaba el protocolo, toda esa espontaneidad del tipo de campo, del llanero, lleno de refranes, en el uniforme de un presidente causa un impacto».

«Pienso que Chávez supo que poder burlarse de sí mismo era una manera natural de conectar con su pueblo. Ahí aparece un Chávez muy cómico, que hacía reír mucho desde la anécdota, desde sus historias de la niñez», dijo Parra, aunque añadió que le interesaban más las escenas íntimas y por supuesto más imaginarias que las públicas.

Justamente, a tan sólo tres semanas de finalizar las grabaciones, el actor relató que la producción se encontraba filmando «el famoso discurso de la ONU donde dijo que olía a azufre» y que a él le llamó la atención el rodaje de la noche anterior: «Antes de subirse a la tarima ¿qué estaba pensando? ¿ Lo pensó, lo improvisó?».

«La búsqueda en la que estoy como actor es poner en la pantalla esos personajes que nos permiten reflexionar, mostrar todo lo que no queremos ver, lo que queremos esconder debajo del tapete y mostrarles a ustedes la tragedia humana. Me gustan mucho los personajes tétricos», manifestó acerca de representar los papeles de Escobar y Chávez, y agregó que le llama la atención como posible personaje el dictador español Francisco Franco.