Divina Gloria es una de esas personas que tuvo la chance de ser testigo directo de una época emblemática del espectáculo. A partir de su participación en el underground porteño de los años ochenta, pudo ser parte de un gran momento de las artes escénicas y audiovisuales. Desde muy joven, Martha Gloria Goldsztern se dedicó a explotar su instinto natural por lo expresivo: hizo cine, teatro, música y -claro-, televisión, siendo parte de aquel histórico equipo de actores y actrices que acompañaba a Alberto Olmedo, por nombrar una de sus participaciones más recordadas.

Hoy, a sus 60 años, su capacidad de transformación y su necesidad por despuntar la creatividad la llevó a nuevos territorios. En el Canal de Youtube que acaba de inaugurar hace unos meses dejó su última exploración: una adaptación libre del cuento Escritor fracasado de Roberto Arlt. “Es un cuento que me pegó la primera vez que lo leí, cuando era chica. Hace no mucho volví a caer en los brazos de Arlt y no pude hacer otra cosa que aprenderlo de memoria. Lo pensé actuar, pero me di cuenta que para sentir la potencia que tiene esta historia no hace falta más que escuchar la genialidad y sensibilidad de las palabras”, dice Divina Gloria sobre este videocuento que filmó en las sierras cordobesas, y que es uno de los relatos incluidos en el primer libro de relatos del escritor, El jorobadito,publicado en 1933.

“Roberto Arlt fue un autor que influyó a generaciones y está bueno retomarlo, esta vez de otra forma. Siempre estoy en búsqueda, y me di cuenta de que contar algo en este formato también puede transmitir la belleza de la historia. Esta vez se los leí, un hábito que yo tengo desde siempre y que, a quienes no están acostumbrado a hacerlo, espero que los estimule. O al menos que conozcan a uno de los miles de geniales autores que tenemos en nuestro país, que fueron verdaderos transgresores”, afirma la actriz. “Fue mucho tiempo de trabajo, era descubrir capas de análisis, distintas aristas que me desafiaban como intérprete y me puse, como siempre, muy intensa. Soy exigente y traté de darle mi toque, por amor a Arlt y para hacerle un homenaje a la altura de su inmenso talento. Me salió esto. Nunca le tuve miedo a las experiencias nuevas y para mí meterme en el mundo de los audilibros es, de alguna manera, buscar dar placer a los otros, y eso siempre me gustó”.

Divina Gloria debutó también en la dirección con el documental Sangre no es agua, que realizó durante la época más compleja de la pandemia y estrenó en 2021. “El vértigo de los tiempos de hoy me hace pensar que fue hace un montón ese laburo. Todavía está en recorridos de festivales y fue algo impensable, que se dio de casualidad”. El filme, que contó con el aporte musical de Fito Páez, cuenta la historia de una familia de actores de teatro Yiddish que lograron salvarse del Holocausto y terminaron presentando obras en el viejo Teatro Excelsior de la Avenida Corrientes., en Buenos Aires. Esa familia fueron los abuelos de Divina Gloria. “Creo que en la cuarentena quise refugiarme en la gente que sentís que te amó, y me dio por investigar a mi gente. Podría haber inventado algo, pero me gustó la idea de traerlos de nuevo. Me emociona y fue un trabajo duro de archivo, pero me parece que es sincera, porque de alguna manera explica por qué existe en mí este amor por lo artístico”, explica. “Es la primera vez que cuento algo tan personal; siempre interpreté personajes o canciones que me gustaron, pero que eran más ideas o imágenes inventadas. Hoy siento que me libero y puedo hacer cosas nuevas”.

Su carrera es prolífica y variada: como cantante tiene 4 discos (los tres primeros producidos por Cachorro López y el último, por Leo García), colaboró con Joaquín Sabina, Los Auténticos Decadentes, Los Abuelos De La Nada, Fito Páez y Willy Crook, entre muchos otros. En cine filmó 15 largometrajes, y en el under, compartió proyectos con Batato Barea, Ronnie Arias, Fabio Posca y Verónica Llinás, además de muchas otras experiencias teatrales. “Creo que todo lo que me pasó fue una bendición. Pero sobre todo estuve y quiero seguir estando con gente buena, generosa. Artistas que laburan desde el amor. El éxito o la exposición son circunstancias. El talento y la genialidad son importantes, pero la bondad es más”, cree entrevistada. “Una tiene que estar conforme si dio todo en lo que hizo, y yo así lo viví. Agradezco lo que me tocó, que fue hermoso. Hubiese preferido que cosas feas no hubiesen sucedido, como que se mueran Willy Crook o mi viejo, pero ese dolor hay que transformarlo. La tarea de los artistas es un privilegio, porque se nos da lugar para vivir a pleno la sensibilidad y darle forma de otra cosa”.