La comunidad de Mataderos se encuentra consternada por la destrucción del mural en homenaje al músico e historiador Gabo Ferro, un referente del arte y la cultura nacido en el barrio, y quien falleció el 8 de octubre de 2020. En el marco de una restauración de más de 8 mil frentes, el gobierno porteño tapó con pintura blanca el trabajo artístico realizado colectivamente por un grupo de vecinos en la esquina de Av. Juan Bautista Alberdi y Basualdo, y que había sido declarado de Interés Cultural por la propia Legislatura porteña.

El mural, que reproducía la tapa de álbum Amar, temer, partir, creada por el artista Consthanzo para el disco que en 2008 sacó Ferro, intentaba ser una acción para “conjugar lo popular y lo lírico, derribando falsas fronteras, como apostaba la obra de Gabo, llenando de cultura nuestros barrios”, tal lo que señalaba Somos Barrios de Pie Comuna 9, el colectivo de vecinos que ideó la obra, según recoge el sitio Aquimataderosonline.

Tal como informa desde su página el Gobierno de la Ciudad, junto a 15 comunas se llevó adelante una iniciativa de reparar daños en fachadas y paredes vandalizadas, en una restauración de más 8 mil frentes a partir de limpieza, hidrolavados y otras acciones como el retiro de objetos en desuso. Pero tal como informan los vecinos de Mataderos en el citado medio barrial, las tareas de las supuestas mejoras derivaron en la destrucción del trabajo realizado por la gente del barrio para celebrar a una figura querida y respetada como Gabo Ferro.

“La Hispano Argentina, empresa propietaria del inmueble, nos informó que los vecinos y vecinas trabajaron con la autorización correspondiente y que la intervención que lo destruyó fue realizada por el Gobierno de la Ciudad. Desde la Comuna 9, por su parte, confirmaron que fue la empresa encargada de cubrir los grafittis la responsable de esta acción”, describen en Aquimataderosonline, donde se insta a que exista un mayor cuidado por parte del Gobierno de la Ciudad respecto del patrimonio cultural.

Gabriel Fernando Ferro, tal el nombre con el que nació el 6 de noviembre de 1965 en el barrio porteño de Mataderos, fue historiador, narrador, dramaturgo y docente, todas facetas que abrazó con hondura y pasión. Ferro irrumpió en la música como fundador y cantante de la banda de hardcore Porco que marcó huella en el under de la ciudad de Buenos Aires entre 1992 y 1998, con distintas formaciones. Tras la disolución del grupo, se recibió de historiador y en 2005 volvió a bateas con su primer álbum solista, Canciones que un hombre no debería cantar, al que le siguieton otros 11 discos. Bajo el sello propio, independiente y autogestivo Costurera Carpintero hizo otras siete placas en solitario y se puso en diálogo con artistas de otras tradiciones en cuatro, resultando de alto impacto su encuentro con la voz de Luciana Jury en El veneno de los milagros.

En materia literaria y ensayística figuran el poemario Recetario panorámico elemental fantástico & neumático y los ensayos Barbarie y Civilización. Sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas, y Degenerados, anormales y delincuentes. Gestos entre ciencia, política y representaciones en el caso argentino, entre otros. También trabajó como actor y performer, entre otros trabajos, en la puesta de Four Walls, de John Cage, para el Centro de Experimentación del Teatro Colón. En 2015, mereció el Premio Konex como una de las cinco mejores figuras de la década 2005-2015 en la disciplina Canción de Autor y en abril de 2019 fue reconocido como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. «El mural fue declarado de interés legislativo –afirma la diputada porteña Laura Velasco, autora del proyecto–. Eso hace aún más grave el hecho».