La nueva temporada de Grey’s Anatomy es nada más ni nada menos que la número 18, y una de las más esperadas por el público, a partir de distintas circunstancias que plantearon incógnitas tanto en lo que hace al guión como al elenco. Mientras la industria busca historias cada vez más complejas, la serie creada por Shonda Rhimes mantiene su lugar de privilegio entre la audiencia gracias a una fórmula donde abunda el melodrama, la divulgación científica y también una fina empatía con temas no siempre sencillos de abordar, como la diversidad sexual, la inclusión, y en el último tiempo, la pandemia.

La historia que vio la luz en 2005 para contar la vida de la cirujana Meredith Grey (Ellen Pompeo) y los distintos personajes y eventos que la rodean en el Hospital Grey Sloan Memorial de Seattle, arranca esta nueva saga de capítulos planteando un escenario post-COVID.

En la temporada anterior los autores se animaron a la audacia de incorporar las complejas circunstancias de la pandemia al libro, abordando tópicos como el colapso del sistema sanitario y las dolorosas circunstancias de los familiares de los enfermos y la imposibilidad de acompañarlos a la hora de morir. En la historia (que salió al aire a principios de 2021), la misma Dra. Grey fue infectada por el virus y requirió cuidados intensivos, así como la madre de la Dra. Miranda Bayley (Chandra Wilson) murió a causa de la enfermedad.

Ahora, los autores logran salvar ese audaz salto entre el pasado histórico que supieron reflejar con fidelidad en la temporada 17 y este presente en el que los tiempos de la ficción y la realidad vuelven a tomar caminos separados. Los ejes de esta nueva entrega son varios: por un lado, Meredith es convocada para dirigir un proyecto de investigación sobre el Parkinson en un instituto de Minnesota. Mientras sus colegas de Seattle temen que abandone su puesto en el hospital, ella se empeña en negar esa posibilidad, aunque no lo suficiente como para dejar entrever todo lo que celebra estar de vuelta en pie, después de habérselas visto cara a cara con la muerte. En eso está cuando reaparece el personaje del doctor Nick Marsh (Scott Speedman), como nuevo-viejo galán de la cirujana.  

En paralelo, los doctores Richard Webber (James Pickens Jr.) y Miranda Bayley abren una búsqueda de profesionales para sumar al plantel del Grey Sloan Memorial, que también está enfrentando los embates que dejó la emergencia del coronavirus. Tanto a nivel humano como financiero los recursos son escasos y la búsqueda de médicos es el pie para la aparición de nuevos personajes en la trama. En cuanto a las infaltables escenas de emergencia, este primer episodio muestra la atención a pacientes que resultan con diversas lesiones por un desfile celebratorio por las calles de la ciudad (una postal de la imaginada reapertura).

De entre las parejas de galenos más queridas por el público, la de Teddy Altman (Kim Raver) y Owen Hunt (Kevin McKidd) promete novedades, aunque desde luego no son los únicos. En el medio de las líneas argumentales, y aún a pesar de plantear un escenario post COVID, las referencias a la pandemia se integran a los nuevos conflictos de manera muy natural; esa fluidez es, sin dudas, una de las fortalezas de una propuesta que desde hace casi veinte años ratifica su encanto para pasear por el formato clásico del culebrón, la gracia repentista de los gags y la sensibilidad que aún al borde del golpe bajo, siempre encuentra un atajo para salir del atolladero.

Por último, esta nueva temporada es la prueba fehaciente de que los rumores de alejamiento de Ellen Pompeo no eran más que eso: especulaciones. La actriz también comprometió su continuidad para la temporada 19. Así, Grey’s Anatomy suma un nuevo hito en la arena actual del entretenimiento, ganando con su factura netamente televisiva los desafíos que trajo el streaming.


Grey’s Anatomy. Showrunner: Krista Vernoff. Elenco: Ellen Pompeo, Chandra Wilson, James Pickens Jr. Temporada 18. Estreno: martes 25 a las 22, por Sony. Repite todos los martes en el mismo horario.