Que una música sea un idioma; el arte, un juego; y la infancia, el camino a una adultez diferente. El proyecto argentino/brasileño Pim Pau es todo eso y bastante más, pero como las niñas y los niños –sus principales fans–, son algo difícil de definir aunque muy fácil de apreciar y disfrutar.

Luego de una gira que tuvo un tramo internacional –por México, Chile, Uruguay y Cuba– y shows en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Santa Fe, Mar del Plata y Neuquén, Pim Pau cerrará el año hoy en el patio del Konex. Ofrecerá un espectáculo al aire libre que incluirá canciones clásicas de su repertorio, como “Verano en la ciudad”, “La mascota”, “Umacapiruá”, “Tucumpá” “Los opuestos”, “Viajando en tren” y “Adivinador”, entre otros.

La agrupación también le dará visibilidad a su colección de libros Pipoca, que comienza con Corazón de maíz, el cual cuenta con ilustraciones de Mariana Roldán.

“El primer título juega con las similitudes de perspectiva entre el corazón, en cuanto órgano, sonido, latir, y el maíz cuando se hace pochoclo, que también tiene ese sonido”, explica el brasileño Cassio Carvalho, uno de los integrantes y fundadores de Pim Pau.

El maíz es un cereal bien autóctono de la región: “Claro, da una idea de continente. Y es muy curioso que en todo el continente, mismo en portugués, el nombre es maíz, pero cuando se convierte en pochoclo aparece una cosa que tiene que ver idea de lo mágico: un grano duro que se abre, florece se puede decir, y esa flor blanca, aparte comestible, está totalmente relacionada a la diversión. Cómo hacer cuando el corazón florece, que en portugués es Pipoca, que inclusive es verbo: cuando el corazón pochocla (ríe).”

Surgido hace poco más de seis años, en 2016 Pim Pau lanzó su primer disco, acompañado por unos cuantos videos que enseguida convirtieron al proyecto en un éxito de visualizaciones.
“Eso fue algo que nos interpeló y nos atravesó desde el comienzo, porque la idea no era buscar desde canciones, sino compartir un proceso, actividades y contenidos con otras cosas que ya hacíamos, como intercambio con docentes. Tenemos que compartir, dijimos, y por eso fuimos al audiovisual. Para nosotros no se trata de un videoclip, donde las cosas ya están dichas, y se impone una apreciación pasiva. Lo que nos interpeló fue entender que ese audiovisual era más cercano a lo que sucedía en el aula, y que nos apropiásemos del formato en cuanto cuerpo, en cuanto movimiento”, detalla Carvalho.

Muchos adultos consideran que la relación de los chicos y chicas con los nuevos dispositivos tecnológicos es nociva: “Esa idea es fruto de un adultocentrismo. pero también de una nostalgiacentrismo (risas). Todas las generaciones, desde Platón hasta acá,  dicen que el pasado siempre fue mejor. Y eso es imposible (risas). Es algo humano, que se vio en el Occidente de forma sucesiva. Fijate que hechos culturales que hoy son relevantes fueron altamente criticados en su origen y nacieron de forma periférica. La samba hoy es la identidad brasileña y, sin embargo, cuando surgió era lo que en la actualidad es, quizás, el reggaeton: música considerada de baja calidad, que no tiene sentido, sin nivel. La cuestión es de qué forma mirar lo que sucede ahora. Es una pregunta que como generación siempre hay que hacerse. Por qué sucede la sensación, esa dificultad de entender transformaciones. Cuando va pasando el tiempo miramos el pasado en relación a las a flores y a las plantas que sobrevivieron en esa época, y nos olvidamos que había montón de pasto. Y sin embargo cuando estamos en la época de la que estamos hablando, no vemos las flores: la sensación es que está peor. El otro día escuchaba un disco de Trueno y otro de Wos, y confirmaba que la teoría que dice que el trap y el rap es algo menor en relación a la canción, no tiene sentido. Porque eso es tremendo, me emociona. Quizás la gran tarea humana es buscar siempre esa inquietud de poder recibir lo nuevo sin filtrar con los prejuicios. Es muy difícil seguir con esa mirada del niño, de la niña que ve el todo.” «

Muchos adultos consideran que la relación de los chicos y chicas con los nuevos dispositivos tecnológicos es nociva: “Esa idea es fruto de un adultocentrismo. pero también de una nostalgiacentrismo (risas). Todas las generaciones, desde Platón hasta acá,  dicen que el pasado siempre fue mejor. Y eso es imposible (risas). Es algo humano, que se vio en el Occidente de forma sucesiva. Fijate que hechos culturales que hoy son relevantes fueron altamente criticados en su origen y nacieron de forma periférica. La samba hoy es la identidad brasileña y, sin embargo, cuando surgió era lo que en la actualidad es, quizás, el reggaeton: música considerada de baja calidad, que no tiene sentido, sin nivel. La cuestión es de qué forma mirar lo que sucede ahora. Es una pregunta que como generación siempre hay que hacerse. Por qué sucede la sensación, esa dificultad de entender transformaciones. Cuando va pasando el tiempo miramos el pasado en relación a las a flores y a las plantas que sobrevivieron en esa época, y nos olvidamos que había montón de pasto. Y sin embargo cuando estamos en la época de la que estamos hablando, no vemos las flores: la sensación es que está peor. El otro día escuchaba un disco de Trueno y otro de Wos, y confirmaba que la teoría que dice que el trap y el rap es algo menor en relación a la canción, no tiene sentido. Porque eso es tremendo, me emociona. Quizás la gran tarea humana es buscar siempre esa inquietud de poder recibir lo nuevo sin filtrar con los prejuicios. Es muy difícil seguir con esa mirada del niño, de la niña que ve el todo.” «


¿Cuándo?

Pim Pau en vivo. Domingo 11 de diciembre a las 17 en el Konex, Sarmiento 3131.