Luego de un derrotero que por varios de los mejores festivales cinematográficos del mundo, llegó a las carteleras de Buenos Aires El perfecto David, la película del director Felipe Gómez Aparicio que actúa formalmente como su ópera prima.

Con el foco puesto en la adolescencia y las vulnerabilidades de ese estapa de la vida, en pantalla encontramos a David, un chico de 20 años obsesionado con su cuerpo, al que entrena día y noche. En ese contexto es su madre la que deposita esperanzas desmedidas para que él llegue a ciertas medidas físicas consideradas ideales. Muy pronto, todo ese conjunto de intenciones son las que delinearán una historia perturbadora que mucho habla sobre un proceso vital en la vida de los seres humanos.

“Llegar a este punto luego de todo lo que sucedió el año pasado no tiene nombre. Teníamos la post producción de la película en varios lugares del mundo y yo estaba en España, de manera que todo fue online, muy complicado. Estuvimos mucho tiempo esperando estrenar en nuestro país y que por fín se de, es emocionante. Es medio titánico todo lo que pasó, y de hecho es la primera vez que voy a poder ver mi película en una sala y con gente, así que es una gran emoción llegar a esta instancia de exhibición”, dice Felipe Gómez Aparicio como responsable del film.

Una película como El perfecto David nació a partir del profundo interés de su realizador por dejar plasmadas las consecuencias de ciertos aspectos de la vida social que preocupaban al director. “Estudié cine y siempre quise filmar una película, pero la verdad es que yo vengo del cine publicitario. Mi obsesión pasaba por llegar a realizar un largo, y siempre me interesaban mucho las historias de familias disfuncionales, en parte porque yo vengo de una familia de ese tipo. Así que esa temática me interesaba como realizador, sobre todo en los aspectos que tienen que ver con los factores de la adolescencia. Un amigo guionista, Leandro Custo, tenía un borrador relacionado con una madre que tenía una obsesión con el cuerpo de su hijo, así que esa fue la base, el primer guión que tuvimos, aunque le faltaban detalles en términos sociales. De todas formas me enamoré de ese primer boceto; la historia muestra la presión que sienten los adolescentes de cualquier clase social. Por eso me pareció interesante contarlo desde ese lugar, porque en la Argentina no se cuentan tanto las problemáticas de los adolescentes de clase media alta”, explica el cineasta.

 En términos de ese recorte social, una producción como El perfecto David funciona como una especie de micro paneo social sobre una clase social. “Coincido con esa mirada, y de hecho hay diálogos en la película que tienen que ver con eso, concretamente con la forma en la que los adolescentes se comunican con su grupo social. De hecho les pregunté a varios de ellos cómo se manejaban con cuestiones de género y muchos me decían que en lo relativo a la orientación sexual las cosas siguen siendo como antes, o más bien se cambia el camuflage”.

En términos de investigación cinematográfica, el realizador afirma que resultó vital avanzar y ejercer una pesquisa sobre lo que se retrata en su película. “Fuimos a  conocer a distintos grupos de fisicoculturistas para conocer cómo funcionaban las cosas verdaderamente en ese lugar. De esa forma comenzamos a descubrir cosas que nos sirvieron, por ejemplo por medio de sus diálogos, cosas relacionadas con inyecciones y prácticas que tienen que ver con verse bien estéticamente. Así que la película tiene mucho del lenguaje de ellos, de cómo hablan, hay mucho de revelador en ese aspecto”.

El perfecto David ganó el premio a la mejor película extranjera en el Festival Montelupo de Florencia, Italia. “Tuvimos un empujón fuerte en ese aspecto porque primero estrenamos en festivales. Primero lo hicimos en Tribecca y eso fue importante, pero luego fuimos a Varsovia, a Sao Paulo, Miami y Florencia donde ganamos como mejor película extranjera. Encontrar ese apoyo a una película que fue hecha tan lejos de donde fue exhibida fue sin dudas fue importante. De todas formas, la alegría de llegar a los cines de Buenos Aires es algo que para todos los que hicimos esta película representa algo más que vital para todo este grupo”, concluye Felipe Gómez Aparicio.

El perfecto David. Dirección de Felipe Gómez Aparicio. Guión: Leandro Custo y Felipe Gómez Aparicio. Música: Ezequiel Flehner