En los últimos días, las redes sociales estallaron mencionando el nombre y apellido de un individuo que siempre fue sinónimo de futuro. Estamos hablando de John DeLorean, un ingeniero que pasó de ejecutivo a ícono del mundo automotor, para actualmente ser considerado una leyenda. No había una razón específica por la mención ya que cada usuario se apropiaba del «concepto DeLorean» a su manera, pero lo cierto es que el hashtag #Delorean inundó las redes sociales con múltiples consideraciones sociales para volverse una tendencia temática que no descansa.

En vida, John DeLorean (fallecido en 2005 a los ochenta años, a causa de un accidente cerebro vascular) era conocido como un magnate automotriz que se inició en General Motors y que terminó fundando su compañía, pero globalmente también tomó relevancia por haber sido el inventor del auto que llevaba las iniciales de su compañía (DMC) y que Volver al futuro, la clásica película de 1985 dirigida por Robert Zemeckis, se encargó de dar a conocer a múltiples generaciones posteriores que abrazaron al film.

La serie de Netflix fue dirigida por el realizador Mike Conolly y resalta la importancia de John DeLorean no sólo en términos técnicos sino también por la influencia de su creación automovilística en el ámbito de la cultura popular. De esta forma y por medio de sólo tres episodios, lo que emerge es la chance de conocer a un hombre que fue pura codicia en el mundo corporativo desde finales de los años setenta. En pantalla, se ofrece un perfil psicológico que brinda una puerta de entrada a múltiples entrevistas, pero también imágenes pocas o nunca antes exhibidas que fueron filmadas por el gran documentalista y cineasta Donn Alan Pennebaker, toda una garantía en el ámbito del cine de investigación y ganador de un Oscar de Hollywood.

Arrogante pero con una gran visión, así se lo describe al protagonista en John DeLorean: mito y magnate. Según se desprende del guión de la serie, Delorean comenzó siendo una estrella en ascenso en General Motors, siempre con la mente puesta en darle otra vida a los vehículos con motores. Los autos eran su vida y ahí basaba sus visiones, pero nunca tuvo la paciencia para esperar los tiempos de las sociedades y las industrias, lo cual terminó llevando a DeLorean Motor Company al camino de la quiebra financiera.

Casi de manera lineal, el director de la serie expone en un contexto paulatino los eventos sucedidos en el pasado del protagonista, entre los que no faltan situaciones familiares problemáticas y la forma en que trataba a sus colaboradores cercanos y empleados de su compañía.

Uno de los materiales que más impactan en pantalla se vincula con la cantidad de material fílmico. Muchas de esas imágenes fueron filmadas por el mismo DeLorean en las que se puede observar aspectos centrales de la fabricación de su auto insignia y su posterior lanzamiento al mercado automotriz estadounidense en 1981. En ese contexto tan valioso, resulta vital observar la cobertura de los medios de comunicación de la época para tratar de comprender el impacto de un producto automotriz en su época, lo cual nos permite sumergirnos de gran forma en el ascenso y caída de John DeLorean, que involucró a Margaret Thatcher, un escándalo de drogas y un millonario desfalco. De la misma forma, la serie es rica en cuanto a la aparición de testimonios de colaboradores y familiares donde resaltan su hijo Zachery y su ex esposa Cristina Ferrare junto a compañeros de trabajo y varios amigos cercanos.

En definitiva, una micro serie como DeLorean: mito y magnate, resalta por el ritmo en la que nos sumerge, cargada de una profunda información que sostiene a cada uno de los capítulos. La importancia del material exhibido y el haber contado con quienes conocieron de primera mano al protagonista realza el trabajo de Mike Connolly como responsable de la propuesta.


John DeLorean: Mito y magnate

Disponible en Netflix.